China bate récord de inversiones extranjeras, superando a EE.UU.
En el 2016, China por primera vez ha superado a EE.UU. en la compra de activos extranjeros tras realizar operaciones valoradas en más de 200.000 millones de dólares. ¿Pero cuáles son las causas y los resultados de esta expansión tan activa de China en los mercados extranjeros?
Política de inversiones
La cantidad total de adquisiciones de China en el extranjero este año se estima en 206.600 millones de dólares, 102.000 millones más que en el 2015, según informa Bloomberg. Las compañías chinas están comprando activos en el extranjero más rápido que sus competidores estadounidenses, que en el 2016 gastaron en el mercado 179.000 millones de dólares. Los expertos explican la activa política de inversiones de China con el deseo de la élite de reformatear su propio sistema económico, que ahora se centra en las exportaciones, con el fin de aumentar el consumo interno.
"China sigue con éxito el modelo del comportamiento de las empresas japonesas en los años de la posguerra, cuando con la ayuda de las compañías financieras extranjeras obtuvieron acceso a las nuevas tecnologías, que se convirtieron en los impulsores de la superioridad tecnológica de Japón. De hecho, China obtiene un doble beneficio de la compra de activos en el exterior: el beneficio de la inversión directa y la transferencia de la tecnología a su propio mercado", ha explicado a RT Yan Ryazantsev, director de inversiones estratégicas de una empresa rusa de capital riesgo.
Desde compañías de petróleo y gas a clubes del fútbol italiano
Tradicionalmente, China invierte en el sector de la energía. Así, en el 2012, la compañía petrolera más grande del país, CNOOC Ltd., compró a la canadiense Nexen Inc. por 14.300 millones de dólares, lo que sirvió de luz verde a los magnates petroleros chinos para operaciones de este tipo en Asia Central, Europa y América del Sur por valores de 500 millones a 3.000 millones de dólares.
En los últimos años, los empresarios chinos comenzaron a centrarse en el mercado de consumo. Según el periódico 'The Washington Post', en el 2014, los chinos compraron los activos de EE.UU. de la compañía Smithfield Foods Inc., dedicada a la producción de carne de cerdo, cuyo coste ascendió a 4.700 millones de dólares. No obstante, este año, los inversores del gigante asiático han sorprendido al mercado al optar por las industrias "ligeras". Así, en junio, la empresa china Suning Commerce Group adquirió por 270 millones de euros el 68,55% de las acciones del club de fútbol italiano Inter de Milán. En octubre, Alibaba Group compró más del 50% de las acciones del estudio del famoso director de cine estadounidense Steven Spielberg, Amblin Partners. Según el acuerdo, la empresa se dedicará a la promoción de películas en el mercado chino.
Petróleo y gas ruso
En cuanto a uno de los mayores aliados de Pekín, Rusia, los inversores chinos están principalmente interesados en los recursos energéticos. En el 2016, la compañía de petróleo y gas Itera vendió a la empresa china Grupo Winsway el 60% del proyecto del desarrollo del yacimiento de carbón Apsatskoem, cuyos recursos se estiman en 2.200 millones de toneladas.
"Las compañías chinas están tratando de entrar en el mercado del petróleo y del gas ruso a través de la participación de capital en proyectos conjuntos. Por ejemplo, en el 2013, Rosneft firmó con Sinopec contactos de exportación por 85.000 millones de dólares", según el jefe estratégico de la compañía BSK-Servis, Maxim Shein.
Sin embargo, en los últimos años, la actividad china se ha desplazado hacia la tecnología de la información y la industria de los automóviles, señalan los expertos, poniendo como ejemplo, la adquisición por inversores chinos del 64,9% de las acciones de la empresa fabricante del primer 'smartphone' ruso Yota Devices. Y en el 2014 China empezó la construcción de una fábrica de autos chinos Haval, que entrará en servicio en el 2018.