Dos ciudades de Oriente Medio, Alepo y Mosul, se encuentran en el epicentro de la atención internacional. Aunque las batallas en estas dos urbes se muestran con tintes diferentes: según el artículo de opinión publicado en el diario ruso 'Vzglyad', las acciones de Rusia para destruir a los terroristas se presentan como "agresión y barbarie", mientras que la operación para retomar la ciudad iraquí es "una liberación".
La retoma final y decisiva de Mosul, liderada por militares estadounidenses, puede costar miles de vidas civiles y llevar a una catástrofe humanitaria. A pesar de esto, el autor del artículo, Piotr Akópov, afirma: "Ninguno de los políticos occidentales llamaría a Obama criminal de guerra, la prensa no requerirá la imposición de sanciones contra Estados Unidos porque es 'una guerra de quien la necesita'. Habrá un triunfalismo sobre la derrota decisiva del Estado Islámico, sobre lo grande que es Estados Unidos por vencer al terrorismo. Y habrá discusiones sobre que Estados Unidos hizo todo lo posible para derrotar a los terroristas del EI, mientras Rusia estaba 'destruyendo la paz de los sirios', salvando al 'carnicero' Assad".
Según el diario ruso, existen causas objetivas para la postura occidental respecto a las acciones militares rusas.
1. En primer lugar, se trata de una política global de 'demonización' de Rusia, que ha desafiado a la comunidad internacional con acciones que en realidad son una respuesta contundente a la "ofensiva constante contra sus intereses nacionales y geopolíticos". Rusia es presentada como la principal amenaza para la comunidad mundial, porque supuestamente se ha apoderado de una parte de Ucrania, planea 'invadir' a los Estados del Báltico y constantemente 'amenaza' la seguridad de Europa. Como consecuencia, cualquier gesto de autoprotección de Moscú se percibe a través de este prisma.
2. La segunda causa es la intención de EE.UU. de ser visto por la comunidad internacional como el verdadero luchador contra el demonio llamado 'terrorismo', como el líder mundial y el principal garante de la seguridad en el mundo, y para subrayar este rol el país necesita un antagonista que se interpone en esta misión pacífica y solamente sigue sus intereses estratégicos ambiciosos en la región: la obtención de nuevas bases militares.
3. La tercera razón es un debilitamiento significante de la posición de Estados Unidos en Oriente Medio. El autor de la publicación afirma que esto es el resultado de una política "agresiva, al mismo tiempo aventurera y estratégicamente mal concebida" de Washington, mediante la cual le es más fácil culpar a Rusia, que en realidad solo defiende sus intereses nacionales, que asumir sus responsabilidades por determinados fracasos.
No obstante, el autor del artículo señala que este tipo de retórica es cada día menos eficaz y la propaganda contra Rusia pierde su agudeza. Además, de acuerdo con la publicación, los medios occidentales también poco a poco cambian la tónica a la hora de presentar las acciones rusas en Siria. Por ejemplo, uno de los últimos artículos de la revista británica 'The Spectator' se denuncia la "idiotez patriotera" y la creciente retórica contra Rusia en el Reino Unido.