Calentando Oriente Medio: Líbano tendrá un presidente proiraní y aliado de Hezbolá
Después de dos años de vacío presidencial y una crisis política que ha paralizado el Líbano, el país parece haber decidido quién será elegido como jefe de Estado en las elecciones que tendrán lugar la próxima semana, informa la agencia Reuters.
Se trata de Michel Aoun, líder cristiano y veterano militar de 81 años. El político es conocido por su alineación con el movimiento chiita Hezbolá, respaldado por Irán, que proporciona apoyo militar al presidente sirio Bashar al Assad.
Más de dos años sin presidente
El Líbano ha estado sin jefe de Estado desde que el presidente Michel Suleiman se retiró al final de su mandato en mayo del 2014, sin un acuerdo sobre un reemplazo. Según la Constitución, en este caso el jefe de Estado debe ser elegido por el Parlamento, sin plazo ni debate. Cabe señalar que el sistema político compartido libanés dicta que el presidente debe ser cristiano maronita, el primer ministro sunita y el presidente del parlamento chiita.
Aoun se postuló desde el principio, y se ha negado a renunciar en favor de otros candidatos. Desde entonces el Parlamento se ha reunido más de 40 veces, cada vez sin poder elegir a un presidente, debido a la falta de cuórum, ya que el bloque de Aoun y los legisladores aliados de Hezbolá boicoteaban las sesiones, porque no garantizaban su elección.
No obstante, el giro final ha sido tomado por el ex primer ministro Saad Hariri, principal líder sunita respaldo por Arabia Saudita, que formalmente aprobó la candidatura de Aoun a la Presidencia la semana pasada, a cambio de que este le prometiera el cargo de primer ministro.
Salir de la crisis
El propio Hariri, por su parte, describió su decisión, que va en contra de sus fundamentos políticos, como necesaria para "proteger al Líbano, proteger el sistema [político], proteger al Estado y proteger al pueblo libanés".
Hariri ha explicado que el respaldo se produjo después de que hubieran agotado todas las demás opciones y está destinado a "preservar el sistema político, reforzar el Estado, relanzar la economía, y alejarnos de la crisis de Siria".
Una vez que el Líbano tenga un presidente, se espera, que las instituciones políticas del país que han estado paralizadas por la crisis se reactiven.
Eje regional e internacional
Mientras tanto los analistas creen que la elección de Aoun también afectaría a la política regional más allá del Líbano y Siria, y tiene implicaciones para la rivalidad entre el poder sunita de Arabia Saudita y la mayoría chiita de Irán.
"La elección de Aoun es una clara victoria para el eje proiraní y otra derrota para Arabia Saudita", cita la agencia AP a Paul Salem, el vicepresidente de políticas e investigación en el Instituto de Medio Oriente con sede en Washington.
Mientras tanto, el economista y exministro libanés George Korm ha señalado que el nuevo presidente también podría convertirse en un dolor de cabeza para EE.UU. "Aoun claramente es el candidato cristiano y útil de Teherán y Hezbolá [...], por lo que Washington seguramente estará atento a los movimientos del próximo presidente libanés", afirmó.