"Sol, te llama un tal Alí Primera". Con la misma sencillez con que ocurren las maravillas cotidianas, una simple llamada telefónica fue el preludio de la historia de amor entre el "cantor del pueblo venezolano" y quien fue la compañera de su vida, Sol Musset.
Ocho meses antes de la comunicación telefónica, en los camerinos de un concierto donde ambos coincidieron para cantar, ella le había apuntado su número de teléfono en un pedazo de hoja que arrancaron a una libreta.
A sus 34 años, él ya tenía un nombre forjado en la fragua del canto y la militancia política de una izquierda perseguida y proscrita, mientras Venezuela exportaba al mundo la idea de ser la "democracia más sólida" de la región.
Ella, que estrenaba sus 18 años, era 'La reina de la voz liceísta' por haber ganado un concurso de canto entre estudiantes de secundaria.
Dicen sus amigos que Alí Primera no era hombre de andarse con rodeos y la misma noche que se conocieron tomó su cuatro (instrumento de cuerdas semejante a la guitarra) y dijo a Sol: "Te quiero cantar esta canción".
Alí siempre cerraba los ojos para cantar y, mientras liberaba el torrente de su voz, Sol Musset pudo grabar, con fotográfica exactitud, detalles de aquel primer encuentro una noche de 1976. "Alí estaba vestido con camisa y pantalón de tela de jean, botas vaqueras y una esclava (pulsera) en la muñeca izquierda con la siguiente inscripción: 'Chinti', como llamaba él a su hija María Fernanda".
A ratos abría los ojos, Sol Musset relata: "Él me cantó, me miraba profundo, y sus manos… sus manos eran hermosas". Los que estaban fuera de esa atmósfera creada entre Alí y Sol observaban que algo estaba pasando. Se enamoraron al instante, pero no todo estaba dicho entre ellos.
Amor y política
Al 'cantor del pueblo' tendría aún que vencer la resistencia de su suegro 'Don Rafael', enconado militante del partido Acción Democrática (AD), organización que estando en funciones de gobierno había proscrito al Partido Comunista, del cual Alí era miembro activo.
Dos semanas después de la primera llamada, el correo llega a casa de Sol con un gran paquete, pero ella estaba en su trabajo, una pequeña escuela donde era maestra. Su padre es quien recibe y abre la encomienda. Dentro encuentra 6 Long Play (LP) que Alí ya había grabado y que se los obsequiaba a Sol.
En una coincidencia, Don Rafael recibe la visita de un compañero de partido. Éste se percata de los discos apilados en una mesita de la sala. Y de inmediato pregunta
-¿Y esos discos?
-¡Ah! Se los regaló Alí Primera a la nena.
-¿Qué? ¿A la niña? ¿Y tú no sabes quién es ese tipo?
Rafael encogió los hombros.
-¡Es un comunista, un comeniños!
Pero con la suegra fue distinto. La propia Sol Musset recuerda que su madre era ciega. "Teníamos que llevarla de la manita. Ella me pidió que le explicara lo de los discos y el comunista. Yo le conté quién era, le conté que él había escrito una canción, que se llamaba 'La piel de mi niña' y que yo me la había aprendido. Se la canté. Al escucharla mamá se enamoró de Alí de inmediato. Pero, papá no".
El que persevera…
Suegro y (futuro) yerno combatieron simbólicamente los dos años que duró el cortejo antes de que Alí reclamara la victoria un 24 de junio de 1978, el mismo día que en Venezuela se conmemora la batalla de Carabobo (gesta que independizaría a Venezuela definitivamente de España).
"Hemos ganado la batalla, y la guerra", dijo el cantor luego de la boda. El comunista compensaría su 'incorrección' política ante los ojos de Don Rafael, con la excesiva humanidad lo acompañó toda su vida.
Ya convertidos en la familia Primera-Musset, Sol relata que al visitar la casa de sus padres, Alí siempre llevaba frutas a su suegra. "Él mismo las lavaba, las picaba y se las daba en la boca". Esos gestos del comunista, barrieron las defensas del suegro a tal punto que "papá terminó por amarlo. Te digo más, llegaba a ponerse de su lado cuando teníamos alguna discusión", cuenta Sol y se sonríe.
Siete años estuvieron juntos Sol y Alí. Cuatro hijos nacieron del amor que comenzó cuando se cruzaron sus miradas detrás de un escenario. Y decenas de canciones que el pueblo venezolano sabe de memoria y forman parte del ADN político de la Revolución Bolivariana.
Hoy, 31 de Octubre Alí Primera cumplirá 75 años. Hace 31 que fue sembrado en la tierra que lo vio nacer, en el occidente venezolano. Pero para su pueblo él nunca ha muerto. Sigue respirando en los ojos de Sol.
Canción que continúa
Este 75.º cumpleaños llega "con mucha alegría" para la familia Primera Musset, por varias razones concretas, dijo a RT Sandino Primera, hijo de Alí y cantautor venezolano.
Recordó que su época Alí no solo cantaba, sino que fue un perseguido político por sus ideas. "Hoy en Venezuela no hay presos políticos, aunque sí varios políticos presos. No hay gente presa porque plantee sus puntos de vista distintos a los del gobierno, a pesar de que la contrarrevolución diga lo contrario".
Sandino asegura que haber tenido a un Hugo Chávez, "que cantó tanto las canciones de Alí, y que Nicolás (Maduro) lo siga haciendo, es muy emocionante en lo particular, pero es un compromiso mayor. "No porque nos creamos unos 'súpersocialistas', que tengamos un 'revolucionómetro', ni por sentirnos superiores, no. El compromiso supone estar constantemente reflexionando sobre su pensamiento y cómo vamos con eso aportando a la revolución cultural", explicó Sandino.
La trascendencia
El hijo del artista y también cantautor tiene razones para considerar que el canto de Alí tiene vigencia en la Venezuela de hoy.
"Me atrevo, porque lo siento. Hoy nos encontramos en una situación en la cual, con todas las adversidades que existen, hay condiciones que se asemejan a lo que él planteó en su canto como una 'segunda independencia'".
Puntualiza que "por ejemplo, en lo político, tenemos una iniciativa como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba). Alí, lo mismo que Simón Bolívar, Augusto César Sandino o Hugo Chávez, habló de integración". Como ejemplo, citó un fragmento de la 'Canción para los valientes', en la que Alí cantó: "Llegará el día, en que nuestro continente, hable con voz de pueblo unido".
En opinión de Sandino Primera, en Venezuela "vivimos lo que él cantaba. Porque él era parte de un proyecto político, del cual era vocero. Hoy, como ayer, las condiciones son desiguales porque culturalmente seguimos enfrentando al modelo capitalista, aunque hoy ese modelo está enfrentado a la posibilidad del Socialismo Bolivariano".
Cantan la voz de Alí
Al cumplirse 75 años del nacimiento de quien fuera considerado 'El cantor del pueblo venezolano', RT consultó a varios cantautores sobre la obra musical de Alí Primera.
Leonel Ruiz, pianista e intérprete venezolano
"Sus canciones son una enciclopedia historiográfica de la situación política, económica y social de Venezuela en los 60 y 70. En sus canciones él es un cronista del pasado y del presente que le tocó vivir, pero además de lo que no pude ver y que hoy vivimos. Por eso digo que sus canciones tienen un contenido profético. Alí nos abrió la brecha por la que transitamos hoy en la Revolución Bolivariana".
Ruiz dedicó un verso al también llamado 'Padre cantor':
Que tengo yo que hablarte
Mi Padre Combatiente
Si eres tú, pues, la simiente
Del más contundente arte
Y tu Pueblo al encontrarte
Fue el lucero en la canción
Del más puro corazón
La luz más paraguanera
Viva siempre Alí Primera
¡Viva La Revolución!
Ana Cecilia Loyo, cantautora.
"Por su terquedad por la alegría, por la humanidad, Alí vino a decirnos que 'la inocencia no mata al pueblo pero tampoco lo salva' y también que viva la 'humana humanidad'. Son dos frases de sus canciones que los artistas, las cantoras, los artesanos, todos debemos internalizarlas. Su mensaje es y será siempre importante para los seres que amamos y creemos que hacer un mundo más humano es posible".
Centauro Saher, cantautor.
"Creo que Alí va más allá de un tipo que cantó sobre las necesidades materiales de la gente y sobre lo que necesitaba cambiarse. Le cantó al ser humano. Cantó sobre la importancia de nuestra vida en este planeta y lo que debíamos hacer para salvarnos del capitalismo. Usó la canción como herramienta para llegar a la conciencia. La música de Alí entró por los oídos, llegó a la cabeza y se quedó en el corazón. Lo que dijo fue atinado incluso históricamente. Él se sintió hermanado con todos los seres humanos".
Ernesto J. Navarro