La 25.ª Cumbre Iberoamericana, recientemente celebrada en Cartagena de Indias (Colombia), "dejó constancia una vez más que Latinoamérica ha cambiado de rumbo", opinó el sitio Economía Hoy.
Según este medio, "los líderes de la región versaron sobre la posibilidad de cercar el poder al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, líder que finalmente no acudió a dicha cita", alegando "temores" de los presidentes por la "crisis e inseguridad jurídica" en esta nación Latinoamericana.
No obstante todo lo dicho contra Venezuela en la Cumbre, apunta el artículo, "de la cita no salió ninguna sanción específica contra Venezuela". "Sin embargo, supuso poner al desnudo cuántos apoyos le quedan a Maduro en la región después de que buena parte de estos países ya no estén gobernados por ejecutivos populares", explicó Economía Hoy.
Trascendió que el Gobierno de Perú propuso "activar la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) para suspender a Venezuela de la organización" y elaboró un documento para un posible "rescate económico del país" que incluía medidas de presión por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Al finalizar la reunión, la prensa presionó a varios líderes para que se pronunciaran sobre Nicolás Maduro. Solo el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, dijo no tener conocimiento de que se estuviera planteando medida concreta alguna contra Venezuela.
"No estoy tan seguro de que Perú esté promoviendo un documento. En estos momentos creo que hay un planteamiento fundamentalmente de respeto a lo que son las decisiones internas, pero también de avanzar desde el punto de vista de lo que es esa cooperación, ese diálogo democrático", aseveró de Guindos.
'Bullying' continental
Para Luis Salas, investigador asociado del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), esas posiciones expresadas por algunos líderes de la región contra el Gobierno de Venezuela son una suerte de "'bullying' continental".
Entrevistado por RT, Salas explicó que Venezuela tiene una crisis distinta, "pero no más grave, desde el punto de vista humano o violencia que la que se vive por ejemplo en México, Colombia o Paraguay".
Además, el investigador puntualizó que "institucionalmente", el país gobernado por la Revolución Bolivariana no está "peor que Brasil, donde hay un gobierno de facto o que Argentina donde la tendencia autoritaria es cada vez más notoria".
La diferencia, evidente para Salas, "es que en esos países hay gobiernos plegados a los grupos de poder económicos regionales y globales y en Venezuela no". Desde el punto de vista económico recordó que en toda la región latinoamericana "hay una caída de la inversión", incluyendo en los países gobernados por los más neoliberales.
"Macri, por citar uno, con todo el ajuste que ha hecho, no atrae inversión productiva, porque la situación de crisis mundial, con una severa recesión, está impulsando más bien la multiplicación de actividades especulativas que profundizan aún mas la crisis mundial", explicó.
Sin cambios políticos regionales
Sobre los señalamientos de "cambios políticos" en toda esta región, el analista político Alberto Aranguibel destacó a RT que la realidad es otra.
"No es que haya una desviación política de la región. Se trata más bien de una pretensión de reinstaurar el modelo de la democracia representativa. Lo que existe es un avance gigantesco de las bases militares de EE.UU.en América Latina", estimó Aranguibel. A su juicio es evidente que la Cumbre iberoamericana no es la misma de antes.
"Estamos frente a un escenario de reacomodo de la política estadounidense, que pretende volver a instaurar el neoliberalismo, ya no a través de las dictaduras tradicionales, sino utilizando las herramientas políticas, en este caso los parlamentos. Hoy en día, EE.UU. controla a los sectores políticos por medio de las ONG. ¡Esa es la realidad!", expresó.
Esta nueva arremetida de la política exterior estadounidense, indicó Aranguibel, es su respuesta a lo que supuso "un fuerte avance de la concepción de integración bajo las banderas bolivarianas".
Ernesto J. Navarro