Son muchas las razones por las que muchos en Estados Unidos no están contentos con la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, y se están dispuestos a dar su voto a su principal rival, a Donald Trump, escribe el columnista norteamericano Tom Rogan para CNN.
El autor del artículo, que ha crecido en el extranjero, parte del hecho de que a muchos ciudadanos de otras naciones la política del país norteamericano les parece "muy extraña". Sin embargo, recalca, "esto nunca fue tan cierto como en estas elecciones". Según Rogan, fuera de EE.UU. muchos se preguntan "cómo pueden pensar los estadounidenses en elegir a un multimillonario excéntrico en vez de a una exsenadora y ex secretaria de Estado con experiencia?". Para el columnista existen cuatro respuestas a esta pregunta.
Enfado
En primer lugar, Rogan indica que los estadounidenses están "muy enfadados" con el 'establishment' de EE.UU., del que también forma parte Clinton. Sin embargo, su enfado tiene "una base", ya que los ciudadanos estadounidenses acusan al presidente Barack Obama y el Congreso de no cumplir su promesa de construir "una nación mejor".
En este sentido, el republicano Donald Trump ha sabido "sacar provecho de este descontento". "Al convertirse en el candidato de los enojados y decepcionados, Trump ha convertido a Clinton en la candidata del status quo", señala.
Economía
A ello se añade que los norteamericanos están cansados de los problemas económicos. "Aunque la recesión se acabó y las tasas de desempleo han disminuido, muchos estadounidenses no lo perciben", explica el columnista.
Por su parte, Trump ha jugado con habilidad esa carta durante su campaña electoral, prometiendo cientos de miles de puestos de trabajo a los ciudadanos de EE.UU, señala Rogan. En este sentido, el republicano llama a Clinton "globalista", acusándola de dar prioridad "el liberalismo mundial" por encima de los trabajadores norteamericanos.
Cuando se trata de la economía, el carisma de Trump "no debe subestimarse", ya que lo que ofrece a muchas personas "es tentador", reza el artículo.
Falta de sinceridad
En tercer lugar, los últimos escándalos como "la saga con la correspondencia" de Clinton en calidad de jefa de la diplomacia estadounidense, su discurso en Wall Street o el hecho de que uno de sus patrocinadores tiene una posición seria en el Departamento de Estado, ha demostrado que la candidata demócrata no tiene "reputación de persona honesta", escribe el columnista.
La aparición de estas informaciones y el hecho de que la exsecretaria de Estado nunca haya expresado su arrepentimiento por ninguno de estos hechos, han permitido a Trump "formar un discurso inusual para el electorado", según Rogan. Aunque a los estadounidenses puede que no le caiga bien "su retórica grosera", al menos "él la tiene", mientras que Clinton es "simplemente mentirosa", agrega.
Política de identidad
"Tal vez el punto más importante que juega en contra de Clinton y a favor de Trump es la política de identidad", recalca Rogan. Más allá de sus promesas de construir un muro en la frontera con México y de combatir al Estado Islámico, el republicano promete a los votantes que los protegerá.
La sociedad americana se vuelve cada vez "más diversa", mientras que el mundo se hace "más peligroso", recuerda el columnista, que subraya que la retórica de Trump dirigida contra extranjeros que "roban puestos de trabajo o amenazan sus vidas" les importa a ciudadanos de EE.UU., centrados "en primer lugar" en pagar sus facturas.
Según el autor del artículo, parte de culpa la tiene Obama debido a su "fallida" política exterior y a su "frívola" postura hacia la inmigración que causaron "el enfado" de muchos votantes y "la desacreditación" de Clinton. Sin embargo, la culpa del "éxito" de Trump la tiene "en gran medida" la misma candidata demócrata, opina Rogan.
Sea como fuere, el columnista pide a los lectores que no tomen su artículo como "una predicción de una inminente victoria de Trump", candidato que "ha decepcionado" a muchos republicanos con sus comentarios sobre las mujeres. Sin embargo, "él puede ganar", advierte. "Y si gana, las razones serían todas estas", concluye.
Mientras, en el seno del FBI Hillary Clinton sería vista como "el anticristo" y las filtraciones en su contra buscarían dañar su campaña electoral, según dijeron agentes de la Oficina Federal de Investigación a 'The Guardian'. "El FBI es Trumplandia", afirma uno de estos empleados, agregando que la verdadera causa de las filtraciones contra Clinton es que los agentes apoyan al candidato republicano