La investidura de Donald Trump como presidente de EE.UU. se llevará a cabo el 20 de enero del 2017, pero en los próximos días las agencias de inteligencia estadounidenses comenzarán a entregarle los mismos informes secretos de seguridad nacional que han proporcionado al mandatario en funciones, Barack Obama, informa Reuters.
Las sesiones informativas contendrán algunos de los secretos más celosamente guardados por el Gobierno, como detalles de operaciones de espionaje secreto y métodos de recopilación de información, incluidas las polémicas operaciones de vigilancia masiva de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), señalaron funcionarios de inteligencia.
"Una vez que el pueblo estadounidense ha elegido a un nuevo presidente, él o ella tiene el derecho a recibir todo el apoyo de la inteligencia", recordó el exdirector adjunto de la CIA John McLaughlin. "He visto la transformación que se produce cuando los candidatos se convierten en presidentes al darse cuenta de la increíble responsabilidad que recae en ellos; esperamos que esto suceda de nuevo", agregó McLaughlin, quien ha participado en similares reuniones informativas presidenciales.
Luego de que Trump fuera confirmado como candidato republicano a la presidencia estadounidense, los funcionarios de inteligencia le asignaron un pequeño equipo de asesores y dos sesiones informativas generales sobre política exterior y amenazas a los que se enfrenta EE.UU. Aquellas reuniones informativas previas a la elección contenían un poco de información clasificada, pero nada relacionado con operaciones encubiertas o métodos de recopilación de información.
Temor a trabajar con Trump
Sin embargo, el diario 'The Washington Post' reporta que la comunidad de inteligencia tiene cierto temor a trabajar con el nuevo mandatario, debido a que durante la campaña electoral en repetidas ocasiones criticó a las agencias de inteligencia por su posición respecto a materias como Rusia y Siria.
Además, el medio señala que los funcionarios de inteligencia apoyaban la candidatura de Hillary Clinton. "Es el miedo a lo desconocido. No sabemos lo que va a hacer, cómo se comportará en los próximos años o incluso en los próximos meses. No excluyo que muchos renuncien porque estaban preparados para trabajar con Clinton", admitieron altos representantes de la NSA.
"No puedo recordar a otro presidente electo que haya sido tan despectivo con la inteligencia durante la campaña, o tan sospechoso de la calidad y fiabilidad de los informes que va recibir", comentó por su parte el exdirector de la CIA, Michael Hayden, quien cree que las primeras reuniones entre la inteligencia y Trump se mantendrán en medio de un ambiente de "consternación" por parte de los primeros.