El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha señalado al rotativo 'The Guardian' que "ahora no es el momento de cuestionar el valor de la asociación entre Europa y Estados Unidos", ya que afirma que el bloque militar y la potencia norteamericana enfrentan "grandes desafíos por nuestra seguridad durante una generación", en declaraciones producidas tras conocerse el sorpresivo triunfo de Donald Trump, quien en la campaña criticó el modelo actual de la Alianza.
El secretario general ha reconocido que no hay equidad en la distribución de la responsabilidad entre los miembros de la OTAN. "Hasta la fecha, Estados Unidos es responsable de casi el 70% de los gastos de defensa de la Alianza y (el presidente electo Donald Trump) ha pedido con razón un reparto más equitativo de la carga".
Según Stoltenberg, en los últimos años, la situación de la seguridad se ha "deteriorado dramáticamente" a causa de "Rusia y la turbulencia en el norte de África y Oriente Medio". No obstante, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló este sábado que el Ejército de su país "no amenaza a nadie". "Nuestro territorio es el más grande del mundo, todo el mundo lo sabe, y tenemos que garantizar con fiabilidad la seguridad de nuestro propio país, y de nuestro propio pueblo", fueron las palabras del líder ruso.
El alto cargo de la Alianza ha indicado que el fortalecimiento más extenso desde la época de la Guerra Fría en la defensa colectiva del bloque fue la respuesta a los retos de seguridad que enfrenta, por lo que destacó que "ir solo no es una opción, ya sea para Europa o para Estados Unidos".
Por su parte, Moscú en reiteradas ocasiones ha expresado su preocupación por la expansión de la OTAN cerca de sus fronteras y lo calificó de amenaza para su seguridad. Este lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunció que "es imposible erradicar la naturaleza agresiva" de la Alianza Atlántica.
Trump: "Es una institución obsoleta"
Durante la campaña electoral, Trump calificó a la OTAN de "institución obsoleta" y señaló la necesidad de que sus miembros cumplan con sus obligaciones en la Alianza, en concreto, las necesidades presupuestarias en términos de gastos de Defensa.
En un encuentro con periodistas estadounidenses en marzo de 2016, el entonces precandidato republicano a la presidencia abogó por una política exterior menos intervencionista y por reducir la implicación de su país en la OTAN. "Definitivamente, no podemos permitirnos seguir haciéndolo", afirmó Trump en referencia a los gastos de EE.UU. en la OTAN.
"La OTAN nos cuesta una fortuna", dijo el político, destacando que el problema real radica en que EE.UU. es "el que hace todo el trabajo pesado", mientras que los países europeos "no hacen nada".