Una de las principales consecuencias para América Latina del triunfo de Donald Trump en las elecciones de EE.UU. del pasado 8 de noviembre fue la abrupta caída del peso mexicano.
La reacción del mercado cambiario del país azteca respondió a las promesas de campaña del magnate que, en caso de cumplirlas, afectarían seriamente a la economía mexicana. Entre ellas, destacan la polémica propuesta de construir un muro en la frontera entre ambos Estados, así como también acabar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, la moneda de México no fue la única que sufrió en América Latina, sino que por el contrario se vieron afectados diversos países de la región.
Caída promedio: 3,2%
El diario colombiano El Tiempo señalaba la semana pasada que el real brasileño era la divisa "más castigada" de América del Sur "con una devaluación de 4,6%". Mientras, el peso colombiano "se posiciona como la segunda moneda más debilitada en la región, con una devaluación de 3,9%".
De acuerdo con el periódico, "este incierto panorama internacional" hizo que "las monedas de economías avanzadas" se debilitaran un 0,4% frente al dólar. Por su parte, "las de las economías emergentes lo hacen en una proporción mucho mayor (2,0%)" y "las monedas latinoamericanas en promedio se han devaluado un 3,2%", agregaba.
"Nada juega en nuestro favor ahora, mi apuesta es que seguirá la devaluación en la medida en que no se despeje el panorama de Estados Unidos, a lo que hay que sumar también el escenario del petróleo", aseguró Carolina Díaz, analista del Banco de Bogotá.
El deterioro de la balanza comercial
Para comprender lo motivos de este retroceso de las monedas latinoamericanas respecto al dólar, RT consultó al economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Pablo Wahren.
"En los últimos años, los países de América Latina han sufrido en general un deterioro fuerte de su balanza comercial", apuntó Wahren. El experto enumeró cuatro factores que explican esta situación:
- las economías de la región "crecieron, y por lo tanto su nivel de importaciones es mayor que hace 10 o 15 años"
- en segundo lugar, por "lo que fue un estancamiento y retracción del precio de las materias primas"
- en tercer lugar, por "una desaceleración de la economía a nivel mundial"
- en cuarto lugar, por "la dependencia que siguen teniendo -y se intensificó- de bienes finales e intermedios"
De acuerdo al economista, "para afrontar ese deterioro de la balanza comercial que se expresa en un déficit de cuenta corriente, se utilizó -desde el principio- el financiamiento por la cuenta de capital", es decir, el endeudamiento externo y la venta de bonos. "Entonces -añade Wahren- ante los cimbronazos en el mundo que generan salida de capitales de la región, las monedas se ven perjudicadas porque su sostén viene dado por el ingreso de divisas".
¿Qué pasó con el triunfo de Trump?
Ante la inesperada victoria del candidato republicano en las elecciones presidenciales estadounidenses, "lo que pasó fue que mucha gente salió a vender bonos por la incertidumbre que se generó". Al bajar el precio de los bonos "subió la tasa de interés, lo que puede haber alentado un retorno de capitales hacia EE.UU.", puntualizó Wahren. "De todas formas, resta ver qué va a pasar con la tasa de interés, por lo tanto, el pronóstico todavía no es claro", agregó.
En Argentina, que no sufrió un retroceso significativo de su moneda frente al dólar, "la realidad es distinta ya que se venía financiando por cuenta corriente y cuando empezó a tener tensiones puso un límite a la salida de capitales. Y eso es una estrategia que cambió, ya que ahora está financiándose por la cuenta de capital", comentó el experto.
"Este año, el shock de ingresos por la cuenta de capital fue enorme por un endeudamiento de magnitudes muy elevadas", dijo al tiempo que explicó que "el ingreso de capitales estuvo más asociado a emisión de bonos soberanos, por lo que se mueve por otra lógica". A esto se suma que "la tasa de interés en dólares en Argentina sigue siendo muy elevada".
Santiago Mayor