Miembros del Partido Animalista (Pacma) han conseguido documentar el festejo del Toro Jubilo, que se celebró en la madrugada del pasado domingo en la localidad de Medinaceli (Soria), a pesar de "las fuertes medidas de seguridad impuestas por el Ayuntamiento".
Según señala la formación animalista en un comunicado, el consistorio de esta localidad, situada a 160 kilómetros al norte de Madrid, impidió a los periodistas acceder a la plaza Mayor para documentar "el maltrato a 'Mancheguito'". De hecho, Pacma han explicado que la Guardia Civil, "a instancias del ayuntamiento, solo permitía entrar a las personas que portaban una invitación".
El Toro Jubilo es un festejo popular, que se celebra cada mes de noviembre en esta localidad soriana, en el que el astado, con los cuernos atados por una maroma, es arrastrado hasta un poste donde se le coloca un soporte metálico con dos bolas que arderán durante cerca de una hora, quemándole la cara y los ojos e impidiéndole, incluso, respirar.
"Entre gritos de '¡Antitaurinos, hijos de puta!', embolaban al toro. El proceso duró más de 13 minutos desde que le ataron hasta que le prendieron fuego, provocándole un tremendo estrés y ansiedad. Sólo fue el principio", denuncia Pacma en el texto.
Al finalizar el festejo, a la 1:30 de la madrugada, siempre según la formación animalista, el toro, de nombre 'Mancheguito', fue introducido en un camión para enviarlo al matadero, como exige el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla y León en su artículo 23.
"Mancheguito, estaría probablemente ciego, a causa de las quemaduras de las córneas por el fuego y lesionado por las continuas sacudidas para intentar desprenderse de la estructura ardiente", añade la formación animalista.
Pacma no encuentra justificación a "que un festejo como este se siga permitiendo", y apela "al rechazo ciudadano a este tipo de tradiciones", que deben "ser prohibidas legalmente, como ya ha sucedido con el Toro de la Vega".
Por su parte, en declaraciones al diario 'Público', el alcalde de Medinaceli, Felipe Utrilla (PP), ha defendido la continuidad de esta "tradición milenaria" mientras tenga "el apoyo mayoritario de los vecinos de Medinaceli”. "El festejo es del pueblo y si hay que asumir alguna modificación lo tendrá que decidir el pueblo", ha subrayado.