En respuesta a la amenaza que suponen los misiles de crucero estadounidenses que podrían lanzarse desde Europa del Este, Rusia se verá obligada a desplegar sus sistemas de misiles balísticos en la región más occidental del país, advirtió el jefe del Comité de Defensa del Senado ruso, Viktor Ozerov, en una entrevista con la agencia RIA Novosti.
"Una de las razones por las que Rusia se opuso al despliegue del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa, se debe a que esa infraestructura puede ser rápidamente transformada para instalar armas de ataque, en particular los misiles de crucero basados en tierra. Estas preocupaciones hoy se están confirmando", dijo Ozerov.
El legislador ruso se refería al sistema norteamericano Aegis Ashore, desplegado en Rumania y Polonia. Los lanzadores de misiles de ese complejo son los mismos que se utilizan para disparar los misiles de crucero Tomahawk.
EE.UU. y Rusia tienen prohibido desplegar en Europa misiles de crucero basados en tierra por el Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) firmado en 1987. Sin embargo, los misiles de crucero navales no están sujetos a este tratado, y Moscú considera que Washington puede valerse del sistema Aegis Ashore para disparar Tomahawks contra territorio ruso.
"En respuesta a estas amenazas nos vemos forzados a fortalecer nuestro sistema de defensa aérea y espacial, desplegar fuerzas adicionales para defender nuestras instalaciones militares y centros de mando. Esto incluye el despliegue de los sistemas antiaéreos S-400 Triumf y el sistema de misiles tácticos Iskander en la región de Kaliningrado, además de la formación de nuevas unidades en los distritos militares del Sur y Oeste del país", agregó el jefe del Comité de Defensa del Senado ruso.
El S-400 Triumf es el último y más avanzado sistema antiaéreo de las Fuerzas Armadas rusas. Las capacidades de este complejo permiten detectar y atacar cualquier objeto aéreo –ya se trate de un avión o de un misil balístico— en un radio de 400 kilómetros. Además, puede vigilar simultáneamente hasta 36 blancos aéreos de cualquier tipo y contraatacarlos con hasta 72 misiles. Mientras que el sistema Iskander está destinado a la destrucción de sistemas de misiles y lanzacohetes múltiples, artillería, puestos de mando y aviones en tierra a distancias de hasta 500 kilómetros. Está dotado de seis tipos de misiles que son considerados "inalcanzables" por su velocidad y trayectoria cambiante y programable por las defensas antiaéreas del resto de ejércitos mundiales.
Además Ozerov destacó que Moscú está desarrollando nuevos misiles clase tierra-aire y aire-tierra capaces de perforar el escudo antimisiles estadounidense en Europa. "Tenemos dos tareas: superar el sistema de defensa aérea y defendernos de posibles ataques", señaló el funcionario.