Japón ha creado una comisión que examinará los beneficios potenciales de la colocación en su territorio del sistema de misiles estadounidense THAAD (Defensa Terminal de Área a Gran Altitud), informa Reuters. La medida se debe a los intentos de Tokio de aumentar su capacidad de defensa contra una posible amenaza de misiles balísticos de Corea del Norte.
Aunque aún no existen planes concretos para implementar el THAAD, los oficiales militares están "considerando qué es lo que se puede hacer", ha afirmado el ministro de Defensa de Japón, Tomomi Inada a periodistas en Tokio.
La comisión, encabezada por el viceministro de Defensa, Kenji Wakamiya, espera resumir los resultados de la investigación para el próximo año. Mientras tanto, Inada planea visitar la base estadounidense en Guam en diciembre próximo para ver los sistemas THAAD en funcionamiento, según informa 'The Japan News'.
Cambiando principios
Originalmente, Japón evitaba la cuestión de la defensa con misiles balísticos, pero después de que Corea del Norte lanzó más de 20 misiles balísticos este año y realizó su quinto ensayo nuclear, el posible despliegue del THAAD subió en la agenda de defensa.
Si Tokio, por fin opta por desplegar el THAAD, el país adquirirá un sistema interceptor de tres etapas que le costara miles de millones de dólares para asegurar sus fronteras. Todavía no hay noticias de cómo podría financiarse este proyecto.
Tomando ejemplo del vecino
A principios de este año, a pesar de las objeciones de China y Rusia, Corea del Sur también acordó desplegar las baterías estadounidenses THAAD en su territorio, justificándolo con las preocupaciones por la amenaza de misiles norcoreanos.
Según el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés), EE.UU. proporcionará a Seúl baterías THAAD por un valor de unos 1.300 millones de dólares por unidad, informó 'The Korea Times'. EE.UU. financiará su despliegue y operación, pero Seúl será responsable de proporcionar el terreno y las instalaciones pertinentes para albergar los sistemas.