El noreste de Nigeria ha sido golpeado por una crisis de refugiados que empequeñece los flujos migratorios vistos en Europa en los últimos años, informa el periódico 'The Guardian'.
De acuerdo con el diario, en los primeros 9 meses de este año aproximadamente 140.000 personas se han desplazado a la remota ciudad de Monguno, de 60.000 habitantes, tras la intensificación de la violencia por parte del grupo terrorista Boko Haram, que es más superior al número total de migrantes que salieron del norte de África rumbo a Europa.
El resultado de esta situación dramática sería una crisis alimentaria que, de acuerdo con las Naciones Unidas, podría cobrarse miles de vidas por una hambruna el próximo año.
En total, a través del estado nigeriano de Borno, se han desplazado 1,4 millones de personas, que es un 40% más que el número de refugiados que llegó a Europa en barcos en el 2015 (un millón de personas). En toda la región, la guerra contra Boko Haram ha forzado a más personas a abandonar sus hogares (2,6 millones) que sirios hay en Turquía, el país que alberga más refugiados.
Las comparaciones reflejan una tendencia más amplia en África. Según los datos de la ONU, de 17 millones de africanos desplazados, el 93,7% permanece en el continente, y solo el 3,3% ha llegado a Europa, según datos de la ONU dados en privado a 'The Guardian'.
"No importa cuántos problemas tengan los europeos, no es nada comparado con esto", resume el líder informal de los nueve campamentos de Monguno para desplazados internos (PDI), Modu Amsami. "Por favor, estoy apelando a los europeos para que olviden sus pequeños problemas. Que vengan aquí y se enfrenten a nuestros problemas globales", añadió.