La elección de Donald Trump como el 45.º presidente de los Estados Unidos ha preocupado a muchas personas y colectivos; la comunidad científica, por lo general apolítica, ha alzado la voz ante la preocupación por las futuras políticas del nuevo presidente, informa este miércoles el diario estadounidense 'The Washington Post'.
"La retórica de odio contra las minorías, las mujeres, el colectivo LGTB, los inmigrantes y las personas minusválidas, unida a la avalancha de declaraciones en contra de la ciencia y el conocimiento fue difícil de digerir", escribió en su blog Kelly Ramirez, una ecologista que comenzó a redactar una carta abierta para defender la política científica inclusiva y que ya ha conseguido más de 10.500 firmas.
Han sido múltiples las asociaciones de científicos, universidades o investigadores a título personal que han recogido firmas para solicitar respeto y que se valore su trabajo.
Asimismo, la propuesta de Trump de cancelar el Acuerdo de París para la reducción de gases de efecto invernadero y la negación del cambio climático, causan pavor en la comunidad científica, sostiene el medio.
Los círculos cercanos al nuevo presidente son del mismo parecer. Robert Walker, consejero durante la campaña sobre política espacial y excongresista, ha sugerido que se debería recortar el presupuesto de la NASA para investigar la Tierra; el republicano Tom Price, elegido por Trump para ser director del departamento de salud, también ha apoyado los recortes en la financiación estatal a la investigación biomédica.
Ciencia e inmigración
Además de los posibles recortes en investigación, la comunidad científica está preocupada por el discurso intolerante que se ha asociado a la campaña de Trump. Según la Fundación Nacional para la Ciencia, hay más de cinco millones de inmigrantes en EE.UU. trabajando como científicos o ingenieros.
El previsible endurecimiento de la política inmigratoria inquieta al colectivo, ya que habrá científicos a los que se les denegará el permiso o simplemente rehusarán intentarlo, como la inmunóloga Naglaa Shoukry, de la Universidad de Montreal y nacida en Egipto, que se planteaba trasladarse a EE.UU. antes de las elecciones para conseguir una mejor financiación para su proyecto de investigación, algo a lo que ha renunciado debido a que los inmigrantes musulmanes serán sometidos a un "intenso escrutinio", según publicó la semana pasada la revista 'Nature'.