Los compromisarios en EE.UU. reciben amenazas de muerte para que no voten por Trump

El FBI debe investigar "rápida y sistemáticamente" las amenazas de muerte que reciben los compromisarios, así como las protestas violentas en EE.UU., escribe el profesor Austin Bay en 'The Observer'.

El FBI debe llevar a cabo "una investigación detallada de la violencia y del bandidismo político" que tiene lugar en EE.UU. a raíz del triunfo el candidato republicano Donald Trump , en concreto de las informaciones que apuntan a que "los miembros del Colegio Electoral son objeto de acoso y amenazas", escribe el profesor adjunto de la Universidad de Texas, Austin Bay, para la revista 'The Observer'.

Según él, estas denuncias, así como las protestas contra Trump y su posible vínculo con las organizaciones que exigen el recuento de votos, deben recibir "rápida y sistemática" atención por parte del director del FBI, James Comey.

Según el sistema electoral de EE.UU., los ciudadanos no votan directamente a los candidatos, sino que eligen a compromisarios, es decir, sus representantes en el Colegio Electoral que en diciembre votarán para elegir al presidente de EE.UU. Los compromisarios se comprometen con ciertos candidatos y no deben cambiar su decisión tras salir electos, lo que, no obstante, ha ocurrido en algunas ocasiones a lo largo de la historia del país.

"El país ha visto mucho cristal roto y peleas"

Michael Banerian, uno de los compromisarios del Estado de Michigan, donde ganó Trump, ha confesado en una entrevista con CNN que se ha visto "inundado de amenazas de muerte" y otros mensajes "generalmente agresivos" para que vote por Hillary Clinton u otro candidato que no sea Trump.

A raíz del triunfo de Trump, el país "ha visto mucho cristal roto y peleas" en distintas ciudades, se lamenta el autor, que niega el carácter pacífico de las manifestaciones. "Tienen dos objetivos: intimidar a la gente y sostener la mentira de los medios principales de que Trump se peligroso", opina.

Además, según él, el FBI debe investigar la información que apunta a que las protestas contra Trump fueron pagadas y que personas como George Soros pueden estar detrás de ello.