Este 2 de diciembre, dos navíos de desembarco de la Armada de Estados Unidos, un buque de asalto anfibio de la clase Wasp y el buque anfibio USS Whidbey Island, atravesaron el canal de Suez y entraron en el mar Mediterráneo, informa RIA Novosti.
Esas naves se unieron a la Sexta Flota norteamericana y transportaron 4.000 soldados, así como transporte terrestre y aéreo, incluidos los cazabombarderos de despegue vertical Hurrier.
Un día antes, la Marina de EE.UU. comunicó que el objetivo de ese despliegue era mantener la seguridad de las tropas presentes en la región. Se espera que permanezcan en esas aguas durante alrededor de tres meses.
La llegada de los dos navíos puede desempeñar un doble objetivo. En las provincias sirias de Alepo, Damasco, Latakia, Quneitra y Hama se producen diariamente decenas de violaciones del alto el fuego por parte de grupos armados. En este escenario, miles de soldados estadounidenses corren el peligro de verse desamparados entre dos fuegos, por lo que los refuerzos llegados en los buques podrían servir bien para realizar una operación militar bien para organizar la evacuación de sus compañeros, subraya la punlicación.
Por lo que respecta a los posibles cambios del nuevo Gobierno estadounidense, este domingo el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, informó de que las Fuerzas Armadas de ese país están reconsiderando un cambio de estrategia para enfrentar al Estado Islámico, a petición del presidente electo Donald Trump. En septiembre de este año, el Senado de Estados Unidos aprobó el presupuesto militar para el año 2017, que alcanza los 602.000 millones de dólares.