"¿Qué hacemos ahora?": El pueblo Navajo interpone una demanda millonaria contra EE.UU.
La Nación Navajo ha presentado una demanda de contra el gobierno de Estados Unidos por los daños y perjuicios causados por los vertidos de la mina Gold King, en agosto de 2015. Millones de litros de desechos tóxicos acabaron cerca del territorio de la tribu, afectando considerablemente al ecosistema local y al estilo de vida de la tribu.
La demanda, anunciada en un comunicado de prensa del pasado lunes 5 de Diciembre, afirma que los vertidos de la mina Gold King perjudicaron gravemente a las comunidades a lo largo del río San Juan, en el territorio de la nación Navajo. Plomo, arsénico y mercurio eran algunos de los agentes contaminantes que provocaron los daños. El texto acusatorio señala que esta catástrofe ha convertido el río, "un protector y una fuente de vida natural" en una "amenaza" para los miembros de la comunidad Navajo, sus cosechas, y los animales que habitan la zona.
160 millones de dólares
"En particular, ha perjudicado nuestra capacidad de mantener las prácticas culturales, ceremoniales y espirituales que sustentan el modo de vida navajo. dijo el representante de la nación Navajo, Ethel Branch, en el comunicado de prensa. La demanda está dirigida a la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que se ha responsabilizado de los vertidos. Se exigen más de 160 millones de dólares en concepto de indemnización.
La tribu ha enviado una carta de siete páginas al titular de la oficina de reclamaciones de la EPA, Kenneth Redden, en la que describen lo que sucedió el día de la catástrofe, y argumentan que existen varias pruebas que demuestran que la EPA "carecía de protocolos de emergencia suficientes para ese lugar" y que "no estaba preparada para afrontar el enorme daño que se había producido". En ese sentido, la carta menciona también las imágenes de un video de la explosión que produjo el derrame de vertidos. En la grabación, se escucha a un trabajador que dijo: "¿Qué hacemos ahora?".
El documento enfatiza que el derrame "continúa perjudicando a la Nación Navajo y lo hará durante los años venideros", señalando la continua necesidad de cuidados médicos, asistencia para salud mental, monitoreo ecológico y otros programas dirigidos a identificar y abordar el "impacto a largo plazo sobre el medio ambiente y sobre las personas que integran el pueblo Navajo".