El Ejército sirio sigue avanzando con su exitosa ofensiva en Alepo: cada vez son más los distritos orientales de esta ciudad recuperados a los terroristas. Sin embargo, parece que la liberación de decenas de miles de personas de las garras de las organizaciones yihadistas, que los utilizaban como escudos humanos, "no estaba en los planes" de los líderes occidentales, escribe el politólogo Andréi Aréshev en un nuevo artículo publicado en el portal de la fundación rusa de la Cultura Estratégica.
En opinión del analista, la razón del descontento que se vive en Occidente es que todos sus "variados esfuerzos" para fortalecer a los grupos terroristas y transformar el "conglomerado de pandillas" en un instrumento eficaz para combatir "al líder indeseable" ahora "se van por el desagüe".
La "obsesión" de John Kerry
A juicio del experto, los "patrocinadores" del Frente Al Nusra y grupos afines "siguen buscando maneras de salvarlos". Aréshev recuerda los intentos casi "obsesivos" del todavía secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, por levantar "el asedio de Alepo" y "reanimar" el acuerdo alcanzado por Moscú y Washington en septiembre.
El autor del artículo afirma tener "pocas dudas" de que Kerry sigue "la vieja línea", cuyo objetivo es tratar de retrasar "por todos los medios" la derrota de los combatientes y salvar al menos a una parte de ellos.
Las promesas de Trump aún "no evidencian un cambio de la política de apoyo a terroristas"
- 'The Washington Post' publicó a finales de noviembre que Kerry está realizando "un furioso, aunque no plausible esfuerzo diplomático para llegar a un acuerdo con Rusia" con vistas a "poner fin al asedio de Alepo".
- Ese diario aseguró que el secretario de Estado quiere evitar que el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, alcance "un acuerdo diferente" con Moscú que abandone a la oposición en Siria y se sitúe del lado del presidente de ese país, Bashar al Assad.
Con todo, Aréshev previene sobre el riesgo de hacer conclusiones precipitadas, ya que las promesas de Trump –previas o posteriores a las elecciones– aún "no son evidencia de un cambio real de la política de apoyo a grupos terroristas". En definitiva, concluye el analista, en primer lugar hay que derrotar a los terroristas y solo después pasar a las negociaciones políticas.