Este jueves, el presidente de EE.UU., Barack Obama, informó en un comunicado oficial dirigido al Ministerio de Defensa el levantamiento de las restricciones al suministro de armas, municiones y equipos militares a sus aliados en la lucha contra el terrorismo en Siria.
¿Cuál es el objetivo?
Una fuente en la Administración estadounidense ha revelado a RIA Novosti que la eliminación de las restricciones es necesaria para la preparación de la operación para liberar Raqa.
Mientras tanto, el comunicado explica que la medida es "esencial para los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos".
El activista Richard Becker duda que el suministro de armas estadounidenses a los rebeldes esté relacionado de alguna manera con la seguridad nacional de EE.UU. En declaraciones a RT, este experto ha afirmado que ha estado escuchado "esta frase sobre la seguridad nacional desde la era Reagan", puesto que se ha empleado como argumento para comenzar las guerras en Corea, Vietnam, Afganistán, Irak y Libia. "Ninguna de estas guerras ha hecho a EE.UU. más seguro", enfatiza Becker.
De la misma manera, el analista político Patrick Henningsen opina que la decisión de Washington no tiene nada que ver con la seguridad, ya que la "lucha contra el terrorismo" es tan solo "un pretexto con el que actúa EE.UU.".
¿Cuál es el peligro?
Si armas como los sistemas de defensa aérea portátil "caen en manos de los terroristas" en Oriente Medio, se trataría del peor resultado de la decisión estadounidense. Ello supone "una amenaza" para la región y el conjunto del mundo, según ha señalado en una rueda de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Richard Becker advierte que si EE.UU. arma a grupos rebeldes y combatientes extranjeros, "la situación en Siria solo empeorará".
A su vez, Henningsen también asevera que "es una realidad ya conocida por todos": las armas estadounidenses "caen en manos de los extremistas, grupos reconocidos por organizaciones internacionales como terroristas".
¿Cuál es el verdadero objetivo?
- La opinión de Henningsen ha sido confirmada en repetidas ocasiones por organizaciones de derechos humanos occidentales. Así, según un informe de 44 páginas de Amnistía Internacional publicado en el 2015, una gran parte de las armas del Estado Islámico son de origen estadounidense.
Henningsen concluye que hoy en día EE.UU. sigue suministrando a los rebeldes "toneladas de armas", que caen en manos del Estado Islámico, pero Washington no hace nada con esta situación, porque el verdadero objetivo de su participación en el conflicto sirio es luchar contra las fuerzas del gobierno de Bashar al Assad y la aviación rusa que las apoya, y a medida que avanza la operación siria para liberar Alepo, este objetivo se vuelve cada vez más urgente.
Hemos conocido la opinión de Sergio Castaño Riaño, Doctor en Relaciones Internacionales y especialista en movimientos islamistas. Él cree que con el presidente saliente y ante los avances del ejército sirio, la decisión de enviar armas deja interrogantes sobre en qué manos acabarán finalmente.