Este jueves, el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunirá en Japón con el primer ministro de ese país, Shinzo Abe, quien tiene grandes esperanzas ante este encuentro.
Se espera que su conversación se centre en el establecimiento de un acuerdo de paz y la resolución de la disputa territorial que ambos países mantienen desde hace décadas.
Las islas de la discordia
- Las relaciones entre Rusia y Japón han estado marcadas durante muchos años de manera negativa por la disputa territorial en torno a las islas Kuriles. Japón reclama cuatro de esas islas que, hoy en día, están bajo jurisdicción rusa.
- Este problema surgió en la Segunda Guerra Mundial. De manera formal, la guerra entre la URSS y Japón terminó en 1956, con una declaración conjunta firmada en Moscú, pero ambas partes nunca firmaron un tratado de paz debido a ese desacuerdo.
- Hasta el momento, Tokio afirmaba que solo discutiría un tratado de paz después de recibir todas las islas. Por su parte, Moscú está dispuesto a discutir el tratado, pero sin condiciones previas.
El 22 de noviembre, Putin se reunió con Abe en Lima (Perú) durante la cumbre de la APEC. Posteriormente, el mandatario ruso declaró que Rusia y Japón buscan maneras para alcanzar un acuerdo de paz y que la clave para será aumentar la confianza mediante el fortalecimiento de la cooperación.
De acuerdo Vladímir Putin, el primer ministro japonés propuso un programa de ocho puntos para reforzar las relaciones comerciales y económicas entre Rusia y Japón que, entre otras cuestiones, incluye la realización de actividades conjuntas en las islas en disputa.
¿Meras palabras?
El profesor del Instituto de Oriente y miembro de la junta ejecutiva de la Asociación de Historiadores de la Segunda Guerra Mundial, Anatoli Koshkin, duda sobre el hecho de que Tokio esté realmente dispuesto a variar su posición.
Asimismo, este especialista tampoco considera que su Gobierno permitirá a las empresas japonesas realizar las actividades económicas conjuntas con firmas rusas en las islas en disputa, ya que significaría reconocer 'de facto' que pertenecen a Rusia.
Finalmente, Koshkin ha señalado a RIA Novosti que Shinzo Abe "no va a cambiar la postura inflexible de Japón" porque la opinión pública de su país no se lo permitirá.
Factor chino
Por su parte, el analista Gevorg Mirzayán opina que el primer ministro japonés hará "todo lo posible" para lograr un compromiso con Rusia, no solo por su propio interés político, sino también por el bien de su país. Así, la verdadera razón por la que Japón ha reanudado estas relaciones con Rusia es el acercamiento de Moscú con Pekín, que "preocupa mucho a Tokio".
Por esa misma razón también ha cambiado la opinión pública nipona, pues cada vez más personas consideran que el conflicto de las islas Kuriles es, en gran parte, un prolema inventado, mientras que China sí supone una amenaza real.
Hoja de ruta
Mirzayán concluye que Vladímir Putin propuso una "hoja de ruta" para resolver el conflicto: primero, crear una atmósfera de confianza mutua mediante el establecimiento de relaciones económicas; después, pasar a la cuestión de las islas y el tratado de paz. Si Tokio acepta esta fórmula provisional, comenzará el verdadero desarrollo de la cooperación.
Sin embargo, este analista no cree que Japón llegue a obtener las islas, sino que se establecerá algún régimen económico específico, por ejemplo, permitir a las empresas japonesas trabajar en las islas en condiciones especiales.