Lawrence McKinney, un estadounidense condenado en 1978 por violación, fue puesto en libertad tras comprobarse su inocencia después de pasar tres décadas en prisión por ese delito. Pese a la injusticia de su reclusión, el Estado solo le otorgó una indemnización de 75 dólares, informa CBS News.
McKinney, que tiene 60 años y es originario de Menphis (Tennessee, EE.UU.), había sido condenado inicialmente a 115 años por el supuesto crimen sexual y a 15 años más por el robo de un televisor. Sin embargo, en 2009 un análisis genético demostró que era inocente de ambos cargos y le pusieron en libertad. Desde entonces, ha subsistido gracias a pequeños trabajos.
Este sexagenario asegura que "no tiene vida" por un error judicial y solicitó dos veces una compensación por un millón de dólares, rechazada en ambas oportunidades.
Su abogado, Jack Lowery, apeló la decisión de la corte y en los próximos días será el propio gobernador de Tennessee, Bill Haslam, quien otorgue un fallo definitivo. McKinney asegura que, después de esperar 31 años por su libertad, puede aguantar un poco más de tiempo hasta conocer la decisión del político.