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Científicos argentinos obtienen un triunfo tras ocupar un ministerio durante varios días
Desde el 19 de diciembre, el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Argentina estuvo ocupado por manifestantes que rechazaban los despidos de científicos. El Gobierno presentó una propuesta.
El conflicto se desató hace algunas semanas, cuando el directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) argentino anunció que, por falta de presupuesto, este año iba a incorporar casi 500 científicos menos a su plantilla, un aspecto confirmado el 16 de diciembre. Así, de los 874 investigadores evaluados de manera positiva por las Comisiones Asesoras y la Junta de Calificación y Promoción —que depende de ese organismo—, solo 385 fueron aprobados para ingresar este año, un 60 % menos que en 2015.
Tras varias negociaciones infructuosas para cambiar esa circunstancia, organizaciones de científicos, sindicatos y partidos políticos decidieron ocupar las instalaciones del Ministerio de Ciencia y Tecnología —donde también funciona el Conicet— el 19 de diciembre y estaban dispuestos a pasar las Navidades en el lugar si no recibían una respuesta satisfactoria.
El 22 de diciembre, el ministro de Ciencia y Tecnología de Argentina, Lino Barañao, se reunió con delegados de la protesta y, si bien no alcanzaron un acuerdo, el politico anunció que este viernes se encontraría con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y hasta podría hablar con el propio presidente de país, Mauricio Macri, para buscar una solución.
Finalmente, Barañao ofreció una solución temporal, que implica extender por un año las becas de quienes habían sido recomendados y no ingresaron a la plantilla permanente del Conicet hasta el 31 de diciembre de 2017. La intención oficial es que, durante ese lapso, se conforme una comisión que evaluará la posibilidad del ingreso de los investigadores en distintas instituciones.
Miradas del conflicto
Hasta que conocieron esta proposición, los funcionarios a cargo del tema habían realizado pocas declaraciones respecto a la manifestación. No obstante, el día en que se inició la toma Lino Barañao declaró que "no hay ningún país que, con un 30 % de pobres, esté aumentando el número de investigadores". Por su parte el presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto, indicó que "el número del año pasado no era normal, era muy alto", en referencia a los 874 ingresos.
Por su parte, Marcos Peña llamó a evitar las medidas de fuerza y a encontrar "el camino del diálogo para buscar soluciones a mediano y largo plazo". Además, el jefe de Gabinete de la Nación puntualizó que "se empobrece si se habla de recorte, cuando en realidad se están aumentando los fondos más que a cualquier otro organismo del Estado". Asimismo, estimó que, en todo caso, "podemos discutir si es suficiente o no" y manifestó que en el Ejecutivo son "conscientes de que hay mucho por hacer".
Al respecto, el investigador y delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Agustín Artese, señaló a RT que "hubo rumores de que el ministro iba a renunciar" debido a que "está preso de sus declaraciones", ya que en octubre manifestó que "si no había presupuesto suficiente iba a dar un paso al costado". En declaraciones previas, Artese sostuvo que le parecía "lamentable" que el presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto, justificara el recorte con el argumento de que "hubo un número inflado de ingresos durante los últimos años" y le recordó que había suscrito dichos ingresos, un comportmiento que "muestra una clara impostura".
Un marco general
En su diálogo con RT, Agustín Artese planteó la necesidad de "englobar" este conflicto en "el recorte presupuestario en todo lo relacionado a ciencia y técnica", que se vio "cristalizado en el proyecto de presupuesto 2017". Según su versión, el dato a considerar es que el año próximo contempla "una caída del 40 % del dinero destinado a todo el sector": de 0,7 a a 0,59 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), con lo cual la diferencia entre este análisis y el del jefe de Gabinete es fruto de que, más allá de que el presupuesto se incrementó en números absolutos, se redujo en relación al PBI total.
Finalmente, este investigador explicó el "arduo trabajo" que implica llegar a ser investigador permanente del Conicet y por qué esta disminución de los ingresos generó una respuesta tan amplia. "Para ingresar a la carrera, los hoy becarios doctorales o posdoctorales —que no tienen derechos laborales como vacaciones o aguinaldo— tienen que aplicar". Ese proceso supone "pasar por una serie de instancias de evaluación técnica, científica y académica" y múltiples juntas asesoras y comisiones para, "a partir de ahí, ser recomendados para entrar". Sin embargo, esa intercesión "no es definitiva", sino que la iniciativa tiene que ser aprobada "por el directorio del organismo".
Al ser rechazados, estos casi 500 investigadores que trabajan en sus proyectos dede hace años "fueron expulsados del sistema científico". Además, ese "corte en el financiamiento" afecta a las "condiciones laborales" y causa una "ausencia de fondos para poder seguir desarrollando líneas de investigación y proyectos", concluyó Artese.
¿Quienes quedarían afuera?
Independientemente de las razones, por cada investigador que quede fuera un proyecto dejará de avanzar. En ese sentido, el portal Notas-Periodismo Popular recolectó algunas historias para conocer qué investigaciones se pueden ver truncadas.
El caso de Juan Garona fue uno de los más renombrados e, incluso, en WhatsApp circula un mensaje de voz en el que cuenta las tareas que desarrolla. Con 30 años, este especialista en oncología molecular se ha centrado en "el desarrollo de terapias contra el cáncer". Además, formó parte de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI) que, en colaboración con el Estado cubano, desarrolló la vacuna Racotumomab para tratar el cáncer de pulmón. Actualmente, impulsa la aplicación de la desmopresina en cirugías de pacientes oncológicos para reducir las metástasis y controlar el sangrado en casos de cáncer de mama y colorrectal.
Otro ejemplo es el de la biotecnóloga Yanina Martínez, que fue recomendada para conformar un equipo junto a físicos e investigar el "encapsulamiento de antioxidantes para la liberación controlada", que permitiría mejorar ciertos procedimientos en la industria alimentaria.
Al cierre de este artículo, se discutía en asamblea la propuesta presentada por el ministro para extender las becas por un año y conformar la comisión conjunta. La mayoría de los sectores que participaron consideraban esta decisión como un triunfo, aunque no olvidan que el año que viene tendrán que volver a negociar.
Santiago Mayor
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