Así se hacen las "Peñatas": Piñatas navideñas de los políticos mexicanos
La actual piñata mexicana representa el mal y cómo al mal se le debe pegar: con ganas y enjundia.
Esta tradición, conocida en todo el mundo a partir de la cultura mediática de Estados Unidos, se mantiene viva en México, con sus raíces originarias bien plantadas, pero también con elementos cambiantes.
Hoy es fácil encontrar en México piñatas de todo tipo: personajes de las marcas estadounidenses Disney y Marvel, animales surreales y hasta políticos.
RT visitó al grupo de teatro Los Zurdos, quienes trabajan desde 1994, en el contexto del levantamiento zapatista de Chiapas, por una cultura libre y autónoma.
Nos encontramos en un embrión de centro cultural en Ciudad Nezahualcóyotl, un municipio en la periferia de la Ciudad de México donde Los Zurdos dan talleres de música, teatro, plástica.
Atrás hay una manta por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, cuelga una máscara del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, introductor del neoliberalismo en México.
En una mesa se encuentra una modelo de piñata con el rostro del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. A su alrededor, hay cartón, pinceles, pegamento y cinta adhesiva.
"¿Por qué no hacemos un personaje en la piñata que signifiqué el mal, lo que nos están fregando?"pregunta, Yolanda Fernández, integrante de Los
"Por lo menos para desquitarnos", relata.
Fernandez recuerda que la simbología de la piñata era romper el mal.
De acuerdo con el portal MexConnect, figuras de mulas y toros adornadas con papel eran rotas a final del año chino con palos adornados con distintos colores y esparciendo semillas de su interior. Esta tradición pasó mediante Marco Polo a Europa y a España en particular.
Los pueblos mexicas colocaban una olla, decorada con plumas y llena de pequeños tesoros, en el templo de la divinidad Huitzilopochtli. Al romperla, la ofrenda caía a los pies del dios.
Los mayas tenían un deporte en el que vendaban los ojos a una persona para que pegara a una olla suspendida.
Con la llegada de los frailes españoles a México, se crearon las primeras piñatas con picos a modo de estrella para simbolizar los pecados capitales. La primera piñata, así, mestiza, surgió en el municipio mexiquense de Acolman, el cual se ubica cerca de lo que hoy es Nezahualcóyotl.
"Ahora, en lugar de los siete pecados capitales, ponemos al que nos friega (molesta)", explica Yolanda Fernández.
Fernández prepara el material para armar la piñata mientras cuenta la historia de su gripo de teatro.
Parece que no hubiera cosa que Los Zurdos no experimenten: pintura, zancos, música, artes plásticas con diversos materiales (ellos mismos hacen sus máscaras y vestuarios).
Toda su actividad artística tiene un contenido político, pues no creen en el arte por el arte ni en la despolitización de la estética.
Su primera piñata fue del ex presidente Salinas de Gortari, un personaje muy caricaturizable por sus orejas, su calva y bigote.
"La idea también surge porque me el día de muertos. Cacemos versos de calaveras que dejamos en huesitos. Tenemos un poco el origen de ahí, dejar en huesos a los políticos: descarnarlos", recuerda Fernández.
La fórmula
Los Zurdos compartieron con RT su forma de hacer una piñata, que, sin embargo, ha ido cambiando conforme pasa el tiempo para hacerla más bella, más irónica, y más difícil de romper.
Al principio, inflaban un globo y lo iban cubriendo con pedazos de periódico y pegamento. Con el propio periódico iban formando sobre el globo el rostro del personaje en cuestión.
Luego, cambiaron la técnica. De los productores de piñatas de la colonia El Sol de Nezahualcóyotl aprendieron a usar una olla de barro recubierta con plástico como base del molde.
Después de recubrir la piñata con papel periódico se deja secar. Posteriormente se abre el molde con una navaja y se vuelve a sellar con más periódico y pegamento. Así la piñata conserva su forma de olla tradicional.
Cuando Los Zurdos comenzaron a realizar más piñatas para sus actividades artísticas crearon moldes. Hoy tienen de varios expresidentes y de algunos empresarios y sindicalistas controvertidos. Para hacer un molde tardan meses. Tienen que agarrar imágenes, fotografías, caricaturas para que realmente se parezcan, siendo su idea que se parezcan a caricaturas, también provoquen risa y sea un chiste.
Del actual presidente mexicano hicieron la piñata cuando fue gobernador del Estado de México y ordenó la entrada de miles de policías en el pueblo de San Salvador Atenco en el 2006.
"Eso surge con el programa de Atenco. Ahí hicimos el molde, para que sean muchas piñatas" explica Fernández.
Y añade:
"Siempre intentamos que la máscara no solo se pinte, sino en el momento de pintar sacar la caracterización".
La parte siguiente es el decorado. Las siete puntas son cartones enrollados. Se unen con pegamento pero a la vez se les pega cinta adhesiva para que seque.
Y es que el secado es la parte principal de la piñata. Tarda mucho tiempo, no porque uno deba estar pegado a la artesanía, sino porque hay que esperar.
Luego sigue el laborioso trabajo del decorado con papel crepé que puede ser cortado de diferentes formas para dejar a la piñata colorida.
Los Zurdos las decoran de los con papeles tradicionales de los partidos políticos. Por ejemplo, la piñata de Peña Nieto es decorada con verde, blanco y rojo, los colores del PRI tomados de la bandera de México.
Los Zurdos han llevado sus piñatas a diversas actividades políticas, ya sea en las comunidades zapatistas, como muestra el siguiente video:
Sí las venden, pero no en producción en masa por el trabajo artesanal y el cuidado que requieren.
"Una vez me pidieron hacer 200, pero no puedo hacerlas así. El riesgo es que se vuelva comercial y no se le dé el significado real", explica Fernández.
Al-Dabi Olvera