El exfuncionario del Pentágono Michael Maloof ha afirmado a RT que la tecnología empleada para el nuevo avión de combate chino J-20 "fue robada a EE.UU. hace más de una década" durante la Administración Clinton.
- Los avanzados cazas furtivos chinos J-20 y J-31 fueron presentados por primera vez a principios del pasado mes de noviembre.
- Según los expertos, ambas aeronaves, que aún están en desarrollo, son rivales directos de los cazabombarderos furtivos estadounidenses F-22 Raptor y F-35 Lightning, de Lockheed Martin.
- Además, han sido objeto de reiteradas protestas de Washington debido a la clara semejanza de diseño que guardan con los citados cazas y al posible pirateo por parte de piratas informáticos chinos.
Según Maloof, que trabajaba en el Pentágono cuando se produjo el supuesto robo, China se hizo con la tecnología 'stealth', y lo único que aún busca —aunque puede haberlo conseguido ya también— es tecnología de la sección caliente para motores a reacción, que resulta ser "absolutamente crítica" ya que sin ella, los motores pueden "permanecer fuera de servicio durante bastante tiempo".
"Un avión formidable"
Por otro lado, el exfuncionario del Pentágono destaca que "los chinos han estado trabajando con compañías asociadas con Lockheed Martin" (fabricante del F-35) y "fue ahí donde obtuvieron ese diseño básico" de su nuevo avión. Al combinarlo con la tecnología furtiva obtenida, tendrán "un avión formidable", advierte Maloof.
Según el también analista, el J-20 es visto por Pekín como un caza de largo alcance que podría intervenir sobre el mar de la China Meridional o el de la China Oriental. Aunque el experto considera que "no es comparable en capacidad" al F-35 o al F-22 Raptor estadounidenses, esos dos aviones "no tienen el alcance y la capacidad de armas internas que tendría el J-20".