La Fuerza Aérea de EE.UU. tiene previsto que sus cazas de quinta generación F-35 estén preparados a partir de 2020 para contrarrestar y anticiparse a los sistemas terrestres de misiles antiaéreos de los ejércitos de Rusia y China, recoge el portal 'Scout Warrior'.
El exdirector del Departamento de Integración de los F-35, Jeffrey Harrigian, asegura en una entrevista con el portal que estos cazas "tienen un sistema digital de misiles tierra-aire (SAMS por sus siglas en inglés) que les permiten cambiar sus frecuencias y operar con mucha agilidad". Actualmente, las amenazas terrestres son un grave problema para las defensas aéreas debido a que son capaces de detectar aeronaves a cientos de kilómetros de distancia, incluidos aviones furtivos.
Un diseño contra amenazas nuevas y cambiantes
Para lograr este propósito, los pilotos de los cazas F-35 se están sometiendo a entrenamientos reales en vuelo o en simuladores de situaciones de combate. Según 'Scout Warrior', las Fuerzas Armadas estadounidenses consideran al sistema antiaéreo ruso S-300 como una de las mayores amenazas para el proyecto 'Joint Strike Fighter', que tiene por objetivo modernizar toda su flota de bombarderos y aviones de combate.
Por su parte, los desarrolladores de los F-35 consideran que estos aviones podrán adaptarse a las nuevas clases de amenaza gracias a la "arquitectura abierta" de la aeronave, lo que permite a su diseño integrar rápidamente nuevos tipos de armas, software y otras tecnologías aviónicas a medida que surgen nuevos peligros.
Según Harrigian, la Fuerza Aérea de EE.UU. considera poco probable un choque de un F-35 contra enemigos de potencia equivalente o mayor, como los cazas y los antiaéreos existentes en Rusia y China. Sin embargo, prefieren estar preparados para eventuales enfrentamientos con estos modelos rusos y chinos, por si se diera el caso de que algún otro enemigo adquiere ese tipo de tecnología y armamento.