Brasil: tercer motín en una cárcel de Manaos en 24 horas
La capital del estado brasileño de Amazonas, Manaos, se ha visto sacudida este lunes por un nuevo motín en una cárcel local, el tercero en 24 horas. Hasta el momento no hay ningúna información sobre prófugos o heridos, aunque el gobierno de Amazonas afirma que la situación está bajo control.
De acuerdo con la cadena Globo, que cita un comunicado de las autoridades locales, un grupo de presos del Centro de Detención Provisional de Manaos (CDPM) se encontraban en uno de los pabellones de la cárcel cuando intentaron realizar una fuga que fue impedida por la Policía Militar que estaba vigilando la zona.
Según la Secretaría de Administración Penitenciaria del gobierno de Amazonas, la ocupación de este centro de detención es un 176% superior a su capacidad, ya que alberga 1.568 detenidos en lugar de los 568 para los que está diseñado.
La "masacre más horrible" en una prisión de Brasil
La rebelión se produjo pocas horas después de un motín en otra cárcel de Manaos, Anísio Jobim, que dejó al menos 56 muertos (según los últimos datos) y ha sido considerado por los miembros de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB) como "la masacre más horrible" ocurrida en un penitenciario brasileño. La OAB señaló que varios de los reos fueron quemados y mutilados en sus celdas.
Los enfrentamientos comenzaron la tarde del domingo 1 de enero y duró más de 17 horas. Los reos entregaron sus armas y se rindieron la mañana de este lunes. Además, seis internos fueron decapitados y sus cuerpos arrojados fuera de la prisión.
Durante el motín, unos 12 guardias fueron tomados como rehenes por los presos, pero más tarde fueron liberados. Los medios locales también reportan que como resultado de los enfrentamientos más de 112 reos se fugaron del penal.
El motín se produjo tras un ataque de los miembros de la facción de la Familia do Norte, que domina las cárceles del estado de Amazonas y es aliado del poderoso Comando Vermelho, una mafia con base en Río de Janeiro, contra internos vinculados al Primer Comando de la Capital asentado en São Paulo.
Poco antes, 87 reos huyeron de otra cárcel cercana, el Instituto Penal Antônio Trindade. Según el gobierno, esta fuga habría sido planeada como una "cortina de humo para poder realizar la matanza en Anísio Jobim".
"Nunca había visto algo tan horrible"
Mientras tanto, un juez que negoció con los presos de la prisión Anísio Jobim, Luís Carlos Valois, ha confesado al diario 'Folha de São Paulo', que la escena de dentro de la cárcel era lo más horrible que había visto en su vida.
"Había una montaña de cuerpos, algunos descuartizados, sin brazo, sin pierna y sin cabeza; una escena dantesca, nunca había visto algo tan horrible", dijo.
De acuerdo con el diario, la secretaria de Seguridad Pública del gobierno de Amazonas llamó a Valois para las negociaciones porque la mayoría de los presos le conocían y le tenían respeto, lo que a su vez ayudó a la liberación de los rehenes.
Según el juez, después de los asesinatos los presos retiraron los cuerpos del patio donde se realizaron las ejecuciones, los colocaron a la entrada de la cárcel, liberaron a los rehenes y regresaron a sus celdas.