Un chino vigiló más de 40 años un búnker secreto olvidado por todos
Los oficiales de un distrito militar de China quedaron sorprendidos al ver una solicitud por escrito de un anciano jubilado residente en la sureña provincia de Guizhou. El hombre, que se llama He Wenxun y tiene 87 años, pedía "reemplazarlo con algún compañero militar más joven en calidad de supervisor del importante sitio secreto del Gobierno", que aseguraba estar vigilando.
Fue necesaria una inspección en el poblado donde vive el autor de la carta para determinar que se trataba de un refugio antiaéreo secreto construido bajo una casa particular en 1975. Según revela el periódico 'China Daily', precisamente ese edificio cobijó al hombre y su familia durante todo el tiempo transcurrido: 41 años.
El anciano admitió haber vivido una doble vida: de día cuidaba de su familia, y de noche se convertía en comandante del refugio subterráneo. Ni siquiera sus familiares eran admitidos en el lugar donde efectuaba su guardia nocturna.
Inicialmente Wenxun tenía bajo su mando a 100 soldados, pero después de la muerte en 1976 del Gran Timonel chino, Mao Zedong, los compañeros de servicio fueron trasladados a otros lugares. Quedó como único responsable de la vasta instalación secreta que debía vigilar y mantener en condiciones aptas para usarla en caso de emergencia.
Los altos mandos se olvidaron de ese refugio, muy distante de los centros económicos y administrativos del país. Nadie le quitó al 'guardián eterno' sus obligaciones, las cuales cumplía con excelencia a pesar de su avanzada edad, hasta que se dio cuenta de que su salud ya no le permitiría continuar. Motivo por el cual pidió el reemplazo.
Al consultar los documentos, los oficiales se percataron de que el búnker no figuraba en ninguno de ellos. Sin embargo, la instalación subterránea se encuentra en buen estado de conservación. Solo necesita ser adaptada a los criterios modernos de defensa antiaérea.
El mando ha relevado oficialmente al anciano de su puesto de guardia. A modo de tributo por su dedicación al deber ha sido distinguido como un "modelo de alta moral", destaca la fuente.