El conocido programador, empresario y activista político John McAfee descarta que un Estado como Rusia pudiera estar detrás del ataque a los servidores del Partido Demócrata en EE.UU. Explicó en declaraciones a RT que la programación 'malware' a la que acudió el autor del mismo tenía un año y medio de antigüedad.
Desde el momento en que fue elaborado ese 'malware' se renovó en varias ocasiones. El 'hacker' que perpetró el ataque pasó por alto estas renovaciones.
Le parece increíble que los servicios de inteligencia rusos tardaran tanto tiempo en el perfeccionamiento de su programa de intrusión "para decidir de cara a un ataque efectivamente importante: '¡Vamos a utilizar el código del año pasado que contiene solo un par de errores!'", ironizó.
Los autores del ‘malware’ son "de todo el mundo"
"Es un trabajo de un 'hacker' solitario independiente", sostiene el fundador de la conocida empresa de antivirus, agregando "que aprovechó un programa 'malware' viejo".
Negó asimismo que ese programa fuera elaborado por dos organizaciones de 'hackers' vinculadas al Gobierno de Rusia. La compañía FireEye, que monitorea a esos grupos, los designó como 'APT28' y 'APT29'. En realidad, aseguró McAfee, "es una misma organización integrada tanto por los 'hackers' de Rusia, como de todo el mundo".
Cada persona, indicó, "puede conectarse a la denominada web oscura, descargar los programas 'malware' necesarios y 'hackear' a alguien y así actuó ese 'hacker', quien había descargado el programa hace un año y medio y no aplicó esfuerzos para renovarlo". Por eso "no fue un ataque informático organizado y detrás del mismo no está ningún Estado".
Acusaciones desde Washington
La Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) declaró a finales del año pasado que los supuestos 'hackers' rusos vulneraron las cuentas de correo tanto de los equipos del Partido Demócrata como del Republicano. Posteriormente fue difundida –a través de WikiLeaks– información que comprometía únicamente a la candidata demócrata Hillary Clinton.
El presidente Barack Obama insinuó que los ataques cibernéticos eran orquestados desde el Kremlin con el fin de influir en el resultado de las recientes elecciones presidenciales. Moscú buscaba "crear más problemas para la campaña de Clinton", aseguró, sin presentar prueba alguna.
A su vez, en el FBI rechazaron el análisis presentado por la CIA debido a que este carecía de evidencias que podrían ser presentadas ante los tribunales: algo básico para esta organización federal estadounidense. Por su parte el presidente electo, Donald Trump, aseguró que el análisis de la CIA sobre la injerencia rusa en las presidenciales es "ridículo" y que se trata de una "excusa más" de los demócratas para justificar su derrota en los comicios.