El mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, "está tratando de colocar minas terrestres en torno a algunos de sus logros políticos, en parte para evitar que el próximo presidente electo los haga saltar por los aires, en parte para ordenar su propio legado", asegura Kristian Madsen, corresponsal del diario 'Politiken' en Washington.
Del tránsito suave al pánico
En un principio, recuerda el autor, Obama prometió a su sucesor electo una transferencia 'suave' del poder. No obstante, las actividades subversivas de estas últimas semanas en el cargo ponen "al borde del colapso" la propia "noción del tránsito blando de gobierno".
El aparente cambio de estrategia "parece hasta cierto grado una evidencia de pánico antes de cerrar el negocio", opina el periodista, quien compara con el minado del terreno algunas de las decisiones tomadas últimamente por la Casa Blanca.
"Maniobras difíciles de entender"
Madsen califica de "importante cambio de rumbo" la no aplicación del derecho al veto a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU contra los asentamientos israelíes en Cisjordania. Al mismo tiempo, recuerda la postura del propio dirigente demócrata cuando acababa de ser elegido para su primer mandato presidencial y se abstuvo, en la misma cuestión palestina, de cualquier injerencia en la toma de decisiones por la administración de George W. Bush.
Para aquel entonces (2008) Israel había emprendido una ofensiva contra Hamás en Gaza y el representante de EE.UU. vetó los intentos, por parte de la comunidad internacional, de condenar o restringir las acciones bélicas. Obama guardaba silencio.
Las maniobras recientes de Obama en la ONU son catalogadas en el artículo como "difíciles de entender", puesto que "movilizan a los seguidores de Trump a oponer resistencia". El autor duda que Obama las hubiera emprendido si tuviera que entregar el poder a Hillary Clinton. Solo tienen sentido como "una señal que Trump no será capaz de deshacer".
Más desafíos para Trump
Además del desacuerdo sobre los asentamientos, el periodista destaca la decisión de declarar "monumentos nacionales" dos vastos territorios en los estados de Utah y Nevada. La medida 'ecologista' significa poner varios proyectos petroleros y agropecuarios ya existentes bajo el tapete. El nuevo mandatario no podrá cancelar esta decisión sin romper las tradiciones, destaca el autor danés.
Otra "mina" (ya detonada) fue, según el artículo, declarar a una emisora de radio que él (Obama) habría ganado las elecciones a Trump si hubiera participado. Precisamente esa declaración sería catalogada como "provocadora" en un tuit del presidente electo, donde descarta que la transferencia de poder pueda ser suave. "Trump, efectivamente se vio agraviado", opina Madsen.
Para colmo, en las declaraciones a la prensa estadounidense el actual mandatario aludió que va a "dar consejos" a los congresistas a espaldas del sucesor. Sería otro desafío para el que asumirá el mandato el próximo 20 de enero y Obama lo explicó únicamente por la no elección de Hillary Clinton como presidenta.