El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, declaró que no se comprometería a un acuerdo a largo plazo entre Estados Unidos y China sobre Taiwán antes de ver progreso en la políticas monetarias y comerciales de Pekín.
"Todo puede ser objeto de negociación, incluida [la política de] una sola China", afirmó Trump en una entrevista concedida a 'The Wall Street Journal'.
Tras su victoria en las elecciones presidenciales, el magnate rompió los protocolos diplomáticos que implicaban a China y Taiwán. Trump aceptó una llamada telefónica por parte de la líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, lo que provocó protestas de Pekín e inquietudes entre algunos expertos de la política exterior estadounidense, que cuestionaron si entendía las implicaciones de tal conversación.
"Le vendimos equipos militares por 2.000 millones de dólares el año pasado. Podemos venderles 2.000 millones de dólares de los últimos y mejores equipos militares, pero no se nos permite aceptar una llamada telefónica. En primer lugar, habría sido muy grosero no aceptar la llamada", señaló Trump al periódico.