El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha ordenado que las fuerzas de seguridad "hagan explotar" a grupos de secuestradores incluso en el caso de que tomen rehenes.
"Mi orden a la Marina y a la Guardia Costera es que, si son secuestradores y están tratando de escapar, los hagan explotar", declaró este sábado Duterte en una reunión con miembros de la Cámara de Comercio en la ciudad de Dávao. En este sentido, el mandatario, se disculpó por tener que definir a los posibles rehenes como "daño colateral".
Según el presidente filipino, conocido por su política de 'tolerancia cero' con la delincuencia, este método podría influir en secuestradores como el grupo Abu Sayyaf para que se lo piensen dos veces antes de tomar rehenes. Este grupo ha secuestrado a decenas de extranjeros y filipinos durante más de una década, a veces decapitándolos si no pagaban rescate por ellos.
La ley marcial para la lucha contra la droga
Además, el mandatario filipino ha amenazado con imponer la ley marcial en el caso de que la situación con las drogas en el país se vuelva "muy virulenta". "No me importa la Corte Suprema... El derecho a preservar la vida y mi nación trasciende por encima de todo lo demás... Nadie puede detenerme", señaló.
Desde que ganó las elecciones presidenciales el 30 de junio de 2016, Duterte declaró una guerra nacional contra la droga.