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Auroville o la difícil utopía de vivir sin dinero

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Nació en 1968 con la intención experimental de elevar al ser humano a un nivel de consciencia superior. Ésta ciudad creada en el sur de la India no ha abandonado su sueño aún.
Auroville o la difícil utopía de vivir sin dinero

En la India se forman grandes colas ante los bancos y los cajeros automáticos, que se quedan sin dinero tras la introducción de nuevas reformas que conllevan el reemplazo masivo de billetes. Mientras tanto, en este mismo país existe un lugar cuyos habitantes no necesitan dinero para vivir.

Un terreno desértico y un sueño: eso fue todo lo que se necesitó al principio para fundar Auroville. Se trata de una población ubicada a diez kilómetros del municipio de Puducherry, en el estado de Tamil Nadu (India), que alberga a una comunidad de personas llegadas de todo el mundo (tiene habitantes provenientes de 43 nacionalidades) y que desde 1968 persigue el sueño de una sistema de vida alternativo que permita a las personas vivir libres de la esclavitud del trabajo y el dinero, para poder evolucionar en la consciencia de una espiritualidad superior. 

La fundadora de la ciudad fue Mirra Alfassa, una parisina de padre turco y madre egipcia que concibió en sueños esta peculiar organización social. Todo el mundo conoce a Mirra Alfassa como "La Madre". El sueño le sobrevino tras un largo periodo de meditación y trabajo espiritual con el maestro Sri Aurobindo (al que Auroville debe su nombre) y se llevó a la realidad a través de los planos del arquitecto francés Roger Anger, que siguiendo indicaciones de Mirra proyectó y ejecutó la ciudad con forma de mandala

Aunque muchos de los detalles de esta historia inducen a pensar que se trata de algún tipo de proyecto sectario, lo cierto es que no lo es. Al menos es lo que aseguran desde la página web de Auroville: "Auroville es un proyecto de ciudad internacional reconocido, aprobado por la UNESCO y apoyado por el Gobierno de India. Sri Aurobindo y la Madre fueron las personas que inspiraron el proyecto, y por los cuales se comenzó en 1968, pero no hay "culto" alrededor de ellos; los aurovilianos no pueden estar ligados a ninguna secta". 

Es cierto que la comunidad internacional respaldó el proyecto desde su fundación. De hecho, la ciudad fue inaugurada el 28 de febrero de 1968 en presencia del presidente de la India y representantes de otros 124 países; cada uno de ellos arrojó un puñado de tierra de su país de origen dentro de una urna que se encuentra enterrada en el centro de Auroville, para simbolizar así la fraternidad universal. La UNESCO ha apoyado la iniciativa en Asamblea General nada menos que en cuatro ocasiones y el Dalai Lama destacó en 1973 "la importancia del esfuerzo para lograr la unidad humana y la cooperación internacional mediante la creación de una ciudad así".

Éxito relativo

No es del todo cierto que en Auroville no se necesita dinero para vivir. Aunque es verdad que el concepto de trabajo remunerado no es el mismo que en el resto del mundo. Uno "contribuye al sueño" con lo que sabe hacer, aporta su trabajo y recibe a cambio todo lo que necesita para vivir. 

Pero circula el dinero: los ingresos de Auroville provienen de donaciones provenientes de distintas partes de la India y del mundo, así como a la red de unidades económicas de la comunidad, dedicadas a la tecnología informática, los negocios en pequeña y mediana escala, el reciclado y venta de papel. Entre las artesanías han adquirido cierto renombre las barras de incienso que se venden bien sea en los mercados de Pondicherry o bien en el resto de la India e incluso en mercados internacionales. Hay por lo tanto comercio e intercambio con el mundo exterior, pero al contrario que en la sociedad capitalista, el objetivo de ese intercambio nunca es el dinero en si mismo.

Un reportaje publicado por la revista "Yorokobu" y escrito por una reportera que pasó una temporada en Auroville, arroja ciertas luces sobre la situación económica del lugar: "existen muchas cosas aquí que siguen ancladas en el mito sin hacerse realidad. Como la eliminación del dinero, una de las ideas fundamentales desde antes incluso de colocar la primera piedra. Aunque en muchos lugares no se aceptan las monedas y solo se puede pagar con la Aurocard (previo recargo claro, como las de toda la vida), lo cierto es que en Auroville el dinero es importante y, viniendo de viajar por India, una encuentra que aquí las rupias se escapan como el polvo de estrellas. Porque parte de la financiación del proyecto viene del dinero de visitantes como yo, de los cientos de voluntarios que llegan cada año y de futuros aurovillianos como mi amigo John -que solo cuando cubra todo el  proceso de nacionalidad recibirá la contribución de la comunidad. El resto de los fondos proceden de organismos internacionales interesados en áreas como la ecología, del gobierno indio, de donaciones privadas y de los productos y servicios que se ofrecen en la ciudad".

En Auroville hay siete escuelas, dos centros de salud, dos clínicas dentales, un cine y un restaurante que funciona con energía solar y ofrece comidas gratuitas. 

Centro espiritual

En el centro de la ciudad hay un edificio parecido a una bola de golf gigante, de color dorado. Se llama Matrimandir, y es desde siempre el lugar de meditación colectiva de esta comunidad, que tiene el desarrollo espiritual de sus habitantes (y del resto del mundo) entre sus máximas prioridades. 

"La primera necesidad es la del auto-conocimiento, para descubrir quiénes somos realmente detrás de las apariencias sociales, culturales, raciales y hereditarias. En el centro de este  laberinto interior se encuentra el Ser libre, vasto y consciente, que espera ser descubierto para convertirse en la base de nuestra forma de ser y de vivir en Auroville" explica "La Madre" en palabras recogidas en el sitio web de la comunidad. "Vivimos en Auroville para liberarnos de las convenciones morales y sociales, pero esta libertad no tiene que convertirse en una nueva forma de esclavismo a nuestro ego, a sus deseos y a sus ambiciones", añade esta visionaria fallecida en 1973 (cinco años después de la fundación de la ciudad), que estaba convencida de que el planeta Tierra "se prepara a la ascensión de una nueva especie humana, y Auroville desea contribuir activamente a su creación".

El Manifiesto de Auroville

Un pequeño manifiesto de 4 puntos resume el espíritu fundacional de la comunidad:

1. Auroville no pertenece a nadie en particular. Auroville pertenece a la humanidad en su conjunto. Pero para vivir en Auroville , es necesario ser servidor voluntario de la Conciencia Divina.

2. Auroville será el lugar de la educación permanente, del progreso constante y de una juventud que nunca envejece.

3. Auroville quiere ser el puente entre el pasado y el futuro. Aprovechando todos los descubrimientos externos e interiores, quiere lanzarse audazmente hacia las realizaciones futuras.

4. Auroville será el lugar de búsqueda material y espiritual para dar un cuerpo vivo a una unidad humana concreta.

Casi medio siglo después de su fundación, Auroville es el resultado de un pacto entre sus enormes aspiraciones y la dura realidad. En un proceso de experimentación constante, los aurovilianos siguen alimentando un proyecto que exige entrega, confianza en el ser humano, y paciencia. 

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