Desde principios de año México se encuentra convulsionado por el llamado 'gasolinazo' impulsado por el Gobierno federal, que implicó un incremento de los precios de los combustibles. Esto ha desembocado en múltiples movilizaciones por todo el país que incluyeron represión por parte de las fuerzas de seguridad y saqueos.
En ese contexto, esta semana cobró notoriedad el aumento del precio de la tortilla, uno de los alimentos más consumidos en el país. Si bien en la Ciudad de México el kilo se mantiene en los 11 pesos mexicanos (50 centavos de dólar), en algunos estados ya alcanzó los 14, 16 y hasta 18 pesos (65, 74 y 83 centavos, respectivamente).
Los motivos del aumento
Gerardo Noriega Altamirano, investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, explicó a la revista 'Forbes' que "con un kilo de maíz podemos producir 1.600 gramos de masa y, con ella, kilo y medio de tortilla". Ahora bien, debido a la subida del precio de la gasolina "este alimento puede ubicarse un 20% más en su precio y alcanzar los 14,40 pesos por kilo", apuntó.
"Esta cifra resulta considerando el incremento en el precio del diésel el cual impactará en la estructura de los costos de producción de alimentos y que para inicio de enero representará el 14,62% en el costo de producción de maíz", agregó el especialista.
Finalmente detalló que "se han cuantificado, en promedio, 290 litros de consumo de diésel por hectárea de maíz cultivada en las actividades mecanizadas". A esto hay que sumar "55,8 litros de gasolina que se ocupan en los fletes y visitas a la parcela". Todas estas cifras "pueden incrementarse" de acuerdo a la especificidad de cada región; por ejemplo, si la parcelas "se encuentran dispersas y retiradas de las bodegas donde se resguarda el equipo, los insumos y la maquinaria".
Gobierno vs. productores
Ante el aumento de la tortilla desde el Gobierno salieron a cuestionar a los productores, acusándolos de aprovecharse de la situación. El secretario de Hacienda de México, José Antonio Meade, dijo que "no debiera ser un fenómeno sistemático, no debiera ser generalizado".
Por su parte, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ernesto Nemer, señaló que, si bien "la gasolina se incrementó en un 14% y el diésel en un 16%", no se puede aumentar "en esa medida" los precios de la tortilla porque los combustibles suponen solo "una parte de la estructura del costo".
En este sentido sostuvo que desde la Profeco se reunirán con las distintas cámaras de comercio del país para analizar los costos y en función de eso evaluar cuáles deberían ser los precios.