No es cierto que el estrepitoso e inaceptable aumento del precio de la gasolina, el apodado 'gasolinazo', venga de 'factores externos'. Se trata de una decisión tomada personalmente por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y aprobada por los partidos del 'Pacto por México', PRI, PAN, PRD, que saben que su única posibilidad de mantenerse en el poder más allá de las elecciones presidenciales de 2018 es por medio de la compra masiva de votos y la manipulación de los medios de comunicación.
Los miles de millones de pesos adicionales que recibirá el Gobierno por el aumento del precio de la gasolina no se destinarán a escuelas u hospitales, sino a aceitar la corrupción política y el fraude electoral. El PRI, el PAN y el PRD perciben que cada vez menos mexicanos creemos sus mentiras y que en 2018 muy pocas personas votarán por el 'Pacto por México' que ha arruinado la economía nacional y ha privatizado los recursos naturales.
Enrique Peña Nieto no ha gobernado solo. Desde el primer día de su sexenio firmó el 'Pacto por México' para trabajar juntos en el desmantelamiento de la economía nacional y el reparto entre los amigos del jugoso negocio de la privatización de PEMEX y de todo el país. También ha trabajado de la mano de los intereses más oscuros de EE.UU., militares y económicos, dando continuidad a la abyecta política entreguista iniciada por Felipe Calderón.
En lugar de regalar el petróleo a los EE.UU., privatizar el país y desmantelar la economía, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto tendrían que haber invertido en los mexicanos y en nuestra economía. Los resultados están a los ojos de todos: una economía colapsada, un salario mínimo que cada vez alcanza para menos, un peso que vale menos cada día y una indignación cada día más grande.