La popularidad del actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto (EPN), descendió en los primeros días de enero del 2017, a un mínimo considerado histórico según la más reciente encuesta publicada por el grupo Reforma.
El 86% de los encuestados dijeron desaprobar la forma en la que EPN está haciendo su trabajo como presidente de la República, mientras que apenas el 12% aprueba la gestión del mandatario al frente del Estado.
La encuesta realizada entre 11 y el 15 de enero de 2017 a mil mexicanos adultos, precisa que la popularidad del presidente resulta la más baja desde 1994, año en que comenzaron a hacerse este tipo de mediciones con Ernesto Zedillo al frente del Gobierno.
La aprobación de @EPN cae a un 12%, la más baja desde que se miden los índices de aprobación en México. pic.twitter.com/0xlIfyWSIk— Verónica Calderón (@veronicalderon) 18 de enero de 2017
'Gasolinazo'
Los datos son publicados en momentos en que México es escenario de diversas protestas por el alza de los precios de los combustibles, también llamado 'gasolizano'.
"El sondeo también registra que el 85% de los ciudadanos considera injustificada el alza del precio de la gasolina y la misma proporción duda de que los recursos obtenidos por esta medida tengan un buen uso por parte del Gobierno".
Consecuencias políticas
A pesar de que ese tipo de mediciones no son vinculantes en México, los resultados son un reflejo de la actual crisis de esa nación latinoamericana.
Consultada por RT, la periodista y bloguera mexicana Verónica Calderón, explicó que actualmente "la violencia ha repuntado, está en los niveles que estaba hace cuatro años, y eso, añadido a la crisis económica causada por la devaluación del peso y el alza en el precio de la gasolina, crea un clima de inestabilidad sin precedentes en México desde la crisis del 94".
Sobre ese aspecto la encuesta de Reforma indica que el 78% de los consultados cree "que la situación económica del país ha empeorado en el último año" y otro 60% "responsabiliza" directamente a EPN, "y no al contexto internacional".
Este año hay elecciones en el estado de México, recuerda la periodista, el estado del presidente y quizá el bastión más importante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"Nunca han perdido ahí y es el estado que más aporta al PIB de México. Pero el descontento es tal, que es probable que lo pierdan. Si esto ocurre, las consecuencias en el partido del presidente serían tremendas".
Caída irreversible
Junto con el estrepitoso descenso de la aceptación de EPN se evidencia, aunque no en la misma proporción, el ascenso del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) del dirigente de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que escaló 5 puntos porcentuales desde diciembre del 2016 para ubicarse en un 27% de popularidad.
Por esa razón, el especialista en Filosofía de la Imagen y comunicólogo mexicano Fernando Buen Abad, dijo a RT, que "el declive de Peña Nieto en todas las encuestas es irreversible y por eso están activando todas las fuerzas de confusión, disuasión y represión".
Pero así como creció el partido MORENA, cayeron en simpatías los tradicionales Partido Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) con 24 y 17% respectivamente.
Junto con el descenso de EPN, agrega Buen Abad, "están en bancarrota las estructuras de los partidos dominantes (PRI-PAN-PRD) y se abre una oportunidad enorme con MORENA y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)".
Aunque esa oportunidad observada por el comunicólogo dependerá de "si son capaces de desterrar las viejas manías sectarias o divisionistas para encontrar una plataforma de unidad popular con un programa antineoliberal con respeto riguroso por los nuevos liderazgos de las bases (…) que reivindique un programa y no a un mesías".
Ernesto J. Navarro