La Casa Blanca ofrece su nueva posición oficial sobre el destino de los inmigrantes ilegales
Este viernes, la Casa Blanca en un comunicado ha asegurado que Estados Unidos deportará a los inmigrantes que se encuentren en su territorio de manera ilegal y posean antecedentes penales por delitos violentos.
"Apoyar el fortalecimiento de la ley también supone deportar a los inmigrantes ilegales que tengan antecedentes penales por delitos violentos que se han quedado en el país", ha informado el nuevo Gobierno de Donald Trump.
Además señala que "el presidente Trump está comprometido a construir un muro fronterizo para detener la inmigración ilegal, para detener a las pandillas y a la violencia y para detener las drogas que infestan a nuestras comunidades".
También afirma que el nuevo presidente está dedicado a hacer cumplir las leyes fronterizas, terminar con las ciudades santuario y a "detener la marea de ilegalidad asociada con la inmigración ilegal". "Apoyar el cumplimiento de la ley también comprende la deportación de inmigrantes ilegales con un récord criminal violento", añade el documento, que finaliza diciendo que la primera obligación del gobierno es mantener a las vidas inocentes seguras.
En noviembre pasado, Trump ya había anunciado estos planes. "Lo que vamos a hacer es sacar del país a los delincuentes y a las personas con antecedentes, pandilleros y traficantes de drogas". Agregó que serán "probablemente dos millones de personas, hasta podrían ser 3 millones" y que también se considera la opción de "encarcelarlos", dijo en su primera entrevista televisiva tras su victoria en las presidenciales.
El magnate también señaló que después de que la frontera esté "segura", los funcionarios de inmigración comenzarán a "hacer una determinación" sobre los inmigrantes indocumentados que quedarán en Estados Unidos. "Es muy importante que aseguremos nuestra frontera", ha recalcó Trump.