La Administración del pasado presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solicitó al Gobierno de quien fuera primer ministro de Reino Unido, David Cameron, que encubriera el fracaso de la prueba de su misil balístico Trident, según informa 'The Sunday Times'.
Así, una fuente militar británica ha especificado al diario que el submarino HMS Vengeance cargó y lanzó el misil "con éxito" y que el fallo fue culpa de la tecnología de la empresa fabricante —la estadounidense Lockheed Martin—, con lo cual EE.UU. temía que otros proyectiles de su arsenal "tuvieran problemas similares".
La prueba fracasada
En junio de 2016, el HMS Vengeance realizó un lanzamiento de prueba del misil balístico Trident II D5, capaz de eliminar millones de vidas, cerca de la costa de Florida (EE.UU.). Sin embargo, en lugar de seguir la trayectoria fijada, el proyectil se dirigió hacia territorio norteamericano.
El Ministerio de Defensa de Reino Unido ocultó ese fracaso y, unas semanas después, la Cámara de los Comunes británica aprobó invertir más de 31.000 millones de libras —alrededor de 44.000 millones de dólares— en la modernización de esos sistemas de misiles nucleares.
La revelación
Este 22 de enero se hizo público que esa prueba resultó fallida, pero el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, se negó a explicar el incidente en sede parlamentaria.
El 23 de enero, los medios difundieron que la primer ministra de Reino Unido, Theresa May, conoció los detalles de ese fracaso cuando asumió su cargo en julio de 2016, poco antes de que su país decidiera renovar el futuro de los misiles Trident, una votación para la cual solicitó el voto favorable.