"El peor acuerdo de la historia", así es como catalogó Donald Trump durante su campaña presidencial al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés). Este entró en vigor en 1994 e involucra a México, EE.UU. y Canadá, permitiendo el flujo de bienes y suministros a través sus fronteras al eliminar la mayoría de las barreras arancelarias. El convenio será renegociado con sus integrantes a petición del mandatario estadounidense.
Trump, ¿una amenaza para México?
Los negocios entre EE.UU. y México se han visto afectados desde que Donald Trump resultó elegido presidente. Un claro ejemplo fue a inicios del 2017, cuando usó su cuenta de Twitter para advertir a una empresa automotriz estadounidense de que si no producían coches en su país se les cobraría una tasa más alta en la frontera. Horas después, Ford Motors anunció que cancelaría la construcción de una nueva planta en México, lo cual significó una pérdida de casi 3.000 empleos mexicanos para los próximos 5 años.
"Trump es una amenaza para las inversiones, para las empresas estadounidenses que vengan a México, para México y para el libre comercio mundial", afirma el analista financiero Guillermo Barba. Según Barba, la forma de contrarrestar las políticas del mandatario estadounidense es "con libre mercado". "Entre más se cierren, allá ellos; porque cerrarse las puertas es terrible, el perjudicado es el consumidor", añade.
Ya como presidente de EE.UU., Trump se ha reunido con los directivos de los tres principales fabricantes de automóviles de su país para motivarlos a que sus nuevas plantas de producción no se construyan en otras naciones, como México. Situaciones como esta han apremiado al Gobierno mexicano a explorar distintas estrategias, por lo que el presidente Enrique Peña Nieto anunció que se buscarán nuevos acuerdos comerciales bilaterales con otros países.
¿Quién será el beneficiado?
Ante esta iniciativa de apertura comercial, Japón y China han sido propuestos por senadores y gobernadores como los mercados más indicados.
De acuerdo a cifras oficiales, en 2015 las exportaciones de México hacia los países asiáticos sumaron aproximadamente 3.000 y 5.000 millones de dólares respectivamente, mientras que las exportaciones con EE.UU. generan cerca de 310.000 millones de dólares.
Hoy en día México es el segundo socio comercial de EE.UU., algo difícil de superar por otros países. Sin embargo, las cifras de inversiones asiáticas podrían ser aún mayores: las empresas niponas desde el 2009 han aumentado más de dos veces su presencia en el país y ahora 100 nuevas empresas japonesas y 30 chinas ven a México como una buena opción para llevar a cabo sus negocios.
Es por ello que aunque las consecuencias negativas de la renegociación de NAFTA son prácticamente inevitables, expertos opinan que la situación podría significar una oportunidad de mejora y modernización para México y su comercio con el mundo.