"La imprudente decisión del Gobierno estadounidense de aplicar la discriminación masiva contra los ciudadanos de los países musulmanes solo servirá para preparar un terreno fértil para aumentar el reclutamiento de terroristas", reza el comunicado del Ministerio de Exteriores de Irán.
Este viernes el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó un decreto para la reducción del flujo de entrada de inmigrantes al país y suspendió por 90 días la llegada de personas procedentes de Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen. Sin embargo, a pesar de que la norma pretende contribuir a la lucha contra el terrorismo y a la protección de los estadounidenses, Teherán asegura que el acto "quedará en la historia como un gran regalo para los extremistas y los que los apoyan" y que es un "insulto para el mundo islámico".
El país árabe ha prometido responder con medidas recíprocas "a nivel legal, consular y político" para defender los derechos de sus ciudadanos hasta que las "ofensivas restricciones" sean abolidas. Al mismo tiempo, precisa que respeta a los ciudadanos estadounidenses y sabe diferenciar entre ellos y las políticas "hostiles" del Gobierno de su país.