"La retórica histérica ante la orden ejecutiva del presidente Trump sobre los refugiados está fuera de control. Vamos a calmarnos y a mirar los hechos", escribe David French en la revista 'National Review'. A continuación, comienza a desglosar los puntos más polémicos del decreto anti-migratorio de Donald Trump.
1. Suspensión temportal de refugiados
El decreto establece que se suspende temporalmente la admisión de refugiados por 120 días para mejorar el proceso de investigación de seguridad y que no deben de superarse las 50.000 admisiones al año.
"Escandaloso, ¿verdad? No tan rapido", dice el columnista. Antes de 2016, cuando Obama aumentó dramáticamente las admisiones de refugiados, los 50.000 de Trump no se alejan tanto del número de permisos de entrada expedidos por la Administración de George W. Bush y la de Obama. Así, por ejemplo, en 2002 EE.UU. permitió el ingreso a 27.131 refugiados y en 2011 y 2012, ya bajo presidencia de Obama, apenas se superaron los 50.000.
"Es la expansión de Obama la que fue una desviación de la norma reciente, no la reducción de Trump", opina.
2. Prohibición de 90 días
La orden de Trump incluye una prohibición temporal de 90 días a las personas que ingresan a EE.UU. desde Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, países, según el autor, "desgarrados por la violencia yihadista o bajo el control de gobiernos hostiles y yihadistas". La prohibición se aplica hasta que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) esté convencido de que la persona en cuestión no supone una amenaza para el país.
French destaca que esta medida cuenta con una excepción importante: los secretarios de Estado y los representantes del DHS tienen derecho a otorgar visados en casos individuales, como por ejemplo a los intérpretes o a cualquier ciudadano especial de los países de esta lista.
El columnista añade que este tiempo de comprobación es un acto "sabio" y "razonable", teniendo en cuenta en hecho de que muchos terroristas han intentado camuflarse entre los refugiados para pasar desapercibidos.
3. Negar la entrada a los sirios
Los refugiados sirios ocupan un lugar aparte en el decreto, ya que de momento se les niega la entrada. Sin embargo, el autor cree que no cambia mucho la situación que se dio en los primeros años de Obama: en el período comprendido entre 2011 y 2014 apenas entraron unas pocas decenas de sirios en EE.UU.
"Solo en los últimos días de su Administración Obama cambió de rumbo; aunque, por cierto, en unas cifras insuficientes para hacer mella en la crisis general. ¿Y ahora los demócratas tienen la desfachatez de tuitear fotos de niños sirios sangrando?", lamenta.
El columnista sostiene que es "particularmente grosero" ver esto cuando ha sido en gran medida la Administración de Obama quien ha provocado las crisis en Irak y Siria.
"Cuando sabemos que nuestro enemigo trata de atacar EE.UU. y a sus aliados a través de los refugiados, cuando sabemos que han tenido éxito en Europa y entonces la Administración tiene dudas respecto nuestra habilidad de investigar adecuadamente a los refugiados que aceptamos en el país, hacer una pausa no es solo una solución sensata, sino necesaria", considera French.
4. Prioridad a las minorías religiosas
El decreto incluye que las solicitudes de asilo recibidas por personas pertenecientes a minorías religiosas oprimidas serán una prioridad. Esto ha causado una indignación desconcertante, apunta el columnista, citando un tuit del periodista de la CNN Jim Sciutto en el que dice que hasta la fecha, la política respecto a los refugiados no ha ido conectada de ninguna manera con la religión.
El periodista, sin embargo, recuerda que el término "refugiado" incluye a aquellas personas que dejan su tierra natal debido a la persecución religiosa. French asegura que durante la Administración de Obama "los cristianos y otras minorías terminaron al final de la cola".
5. Prohibir la entrada a los musulmanes
El último punto al que hace referencia French es aquello que muchos describen como una prohibición a la entrada de musulmanes. "Puede leerse toda la orden ejecutiva desde el principio hasta el final, releerla, y no encontrará una prohibición a los musulmanes. No está en ninguna parte. Lo más draconiano es que interrumpe temporalmente la entrada desde regiones yihadistas", explica.
El columnista hace hincapié en que este decreto se aleja de la retórica más agresiva de su campaña electoral. "La orden de Trump no es una traición a los valores estadounidenses. Aplicada correctamente y con competencia, puede representar un comienzo prometedor y un preludio a la nueva política que protegerá a nuestra nación, conservando al mismo tiempo la compasión y amistades estadounidenses", concluye.