El viernes pasado, el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó un decreto para regular el flujo de entrada de inmigrantes en su país e institucionalizar la norma de "investigación extrema" sobre las personas procedentes de Oriente Medio. La decisión ha desatado protestas en EE.UU. y críticas en el exterior.
¿Qué establece y a quiénes afecta?
Entre las medidas para reducir el flujo de inmigrantes y refugiados, el decreto firmado por Trump establece que:
- a partir del viernes pasado y durante 120 días, queda suspendido el programa de admisión de todos los refugiados;
- la entrada de refugiados sirios queda suspendida indefinidamente;
- durante 90 días quedará suspendida la llegada de inmigrantes provenientes de siete países con mayoría musulmana: Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.
Más tarde, el mandatario matizó su orden y garantizó que EE.UU. reanudará la expedición de visados "cuando hayamos revisado y puesto en marcha políticas más seguras en los próximos 90 días".
¿Cuál es el objetivo?
En palabras de Trump, las nuevas medidas permitirán "mantener fuera de EE.UU. a los terroristas islámicos radicales" y aceptar "solo aquellos que apoyen a nuestro país y amen profundamente a nuestra gente".
¿Cómo reaccionó el mundo?
La orden no ha tardado en provocar fuertes protestas y críticas tanto dentro de EE.UU. como más allá de sus fronteras. Numerosos actos de protesta se registraron este domingo en los aeropuertos internacionales de EE.UU. y en torno a la Casa Blanca, en Washington, donde centenares de personas se manifestaron en contra de las nuevas medidas migratorias decretadas por el mandatario.
El presidente iraní, Hasán Rohaní, criticó la decisión de Trump, destacando que "no es tiempo para construir muros entre las naciones". Mientras, el Ministerio de Relaciones Exteriores del país señaló que responderá con una medida recíproca a la decisión de la Administración norteamericana.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, tachó de "no justificada" la prohibición del ingreso a EE.UU. de ciudadanos provenientes de estos siete países con mayoría musulmana.
Por su parte, la primera ministra británica Theresa May declaró que el Gobierno del Reino Unido no está de acuerdo con el nuevo decreto, mientras que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció que su país está dispuesto a acoger a todos aquellos que huyan de la guerra y del terror, sin importar sus creencias religiosas.
¿Cómo se justificó Trump?
En un comunicado publicado en su página de Facebook, el mandatario norteamericano ha aclarado que "no se trata de religión", ni de la prohibición a los musulmanes, "como informan de forma falsa los medios", sino del "terror y de mantener a nuestro país seguro".
El presidente ha recordado que "hay más de 40 países con mayoría musulmana que no se han visto afectados por esta orden", y ha apuntado que su política es similar a la de su predecesor Barack Obama, quien prohibió dar visados a los refugiados de Irak durante seis meses en 2011. Además, los siete países mencionados en la orden ejecutiva "son los mismos países previamente identificados por la administración de Obama como fuentes de terrorismo", recalcó el republicano.
El mandatario añadió que EE.UU. es "una orgullosa nación de inmigrantes" y declaró tener "sentimientos por las personas involucradas en esta horrible crisis humanitaria en Siria".
Por lo tanto, prometió que su país "seguirá mostrando compasión ante aquellos que huyen de la opresión", pero dice que lo hará "protegiendo a nuestros propios ciudadanos y fronteras".