El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, inició el año 2017 anunciando cambios profundos en la petrolera estatal, lo que supone un movimiento telúrico en una empresa que es vital para la economía de esta nación latinoamericana.
Petróleos de Venezuela (Pdvsa) es 'la gallina de los huevos de oro', y no se trata de una exageración, pues provee casi el total de las divisas nacionales, calculándose que de cada 100 dólares que ingresan al país una media 95 proceden de la venta de crudo en el mercado internacional.
El 31 de enero, dice una nota de 'AVN', Maduro juramentó a la nueva directiva de la petrolera y de inmediato los urgió a dar un "golpe de timón [que] se sienta, sacuda y promueva la construcción de la nueva Pdvsa".
Combate a la corrupción
Como una forma de horizontalizar la conducción de esa industria, el presidente designó a tres representantes de los trabajadores como miembros de la junta directiva.
Uno de ellos, Ricardo León, declaró que elaboraron un documento para sugerir a Maduro una "reestructuración organizacional, administrativa y operacional de Petróleos de Venezuela (…) para hacerla más eficiente, eficaz, combatir la corrupción y darle poder a la clase trabajadora".
¿Por qué ahora?
El experto petrolero David Paravisini, entrevistado por RT, explicó que la situación interna de la empresa llegó a un "punto límite".
Luego del sabotaje petrolero que entre diciembre de 2002 y enero de 2003 pretendió forzar la dimisión del entonces mandatario Hugo Chávez, el Gobierno bolivariano logró finalmente el control total de las operaciones.
"Pero, internamente siguió operando con los sistemas, las normas y los procedimientos usados por aquellos que la manejaron en el pasado y Pdvsa siguió comportándose como una corporación".
Año difícil
Maduro ha sido muy crítico de la corrupción y el burocratismo enquistado en la petrolera y tomó acciones al respecto.
Los primeros días del año comunicó al país la destitución y detención de Juancarlo Depablos Contreras, presidente de Pequiven, (subsidiaria petroquímica de Pdvsa) por estar inmerso en "numerosas irregularidades".
Adicionalmente, agrega David Paravisni, con la caída de los precios del crudo, Pdvsa transitó un año 2016 que sacó a flote otros problemas internos.
"Ha mostrado rendimientos decrecientes. Los costos de producción de un barril de petróleo pasaron de 11 dólares en 2013, a 26 en 2016. La producción decayó. Las refinerías operan al 50% y Venezuela tiene una capacidad instalada de refinación de 1.300.000 barriles".
El especialista reprocha que en la matriz exportadora de Venezuela destaquen los crudos extrapesados, "que son los más baratos en el mundo, cuando debería privilegiarse la venta de crudos livianos, medianos o productos derivados del petróleo".
Por todo ese escenario, Paravisini cree que la reestructuración decretada por Maduro es "una muy buena señal y evidencia que se ha fortalecido políticamente".
Inédito
Para todos los cambios que se platean, el Gobierno consultó la opinión de los trabajadores (obreros y profesionales) sobre los problemas más graves y la forma de resolverlos.
"Todo apunta a que la búsqueda de aumentar la eficiencia, pasa por aprovechar los conocimientos de los trabajadores de la industria para convertirla una empresa verdaderamente socialista", dijo a RT el economista venezolano Fernando Travieso.
Precisó que la presencia de los trabajadores no es solo para opinar, "sino que han sido introducidos en la gestión directa de la más importante empresa de Venezuela. No hay un proceso similar en el mundo".
Ernesto J. Navarro