Durante una charla telefónica con su homólogo colombiano, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a la situación interna de Venezuela, según una nota de la televisora Caracol.
Por medio de un breve comunicado, la Casa Blanca asegura que el republicano manifestó su apoyo al proceso de paz emprendido por el Gobierno colombiano y las guerrillas de las FARC, y "también expresó preocupación por la situación de Venezuela".
Ambos presidentes, agrega el reporte, discutieron sobre "la importancia de promover el respeto por las instituciones democráticas y las normas en todo el hemisferio occidental".
Discurso vs. Poder
Pero ¿por qué Trump le comunica su "preocupación" sobre la situación venezolana a Santos?
Entrevistado por RT, el analista e investigador Erick Rodríguez estima que de fondo subyace un juego de presiones internas en Estados Unidos para obligar al nuevo presidente a tomar un camino distinto a su oferta inaugural de dirigir un Gobierno que fomente la "amistad y buena voluntad con todas las naciones del mundo", en palabras de Trump.
"No digo que Trump sea el bueno (de la película), se trata de presiones internas de las estructuras del Departamento de Estado, los organismos de seguridad y las fuerzas militares. No hay que desestimar que se hizo un 'lobby' muy intenso para crear una condición en la que Venezuela se volvió una amenaza para Estados Unidos. Ese tipo de charlas telefónicas se utilizan para eso", opina Rodríguez.
Para el investigador venezolano dichas "presiones" también responden a grupos de poder económico "interesados en mantener algunas políticas de la gestión anterior que le son muy convenientes".
Explicó que la orden ejecutiva firmada por el expresidente Barack Obama que califica a la nación Latinoamericana como una "amenaza inusual y extraordinaria" se basa en la 'doctrina de espectro completo' elaborada por el Pentágono, "con la que se intenta llevar a Venezuela a una situación económica tan compleja que la haga colapsar e implosionar".
Una sola política
Las actuaciones de Estados Unidos, aunque parezcan duales, son "sumamente coherentes", dijo Juan Alberto Sánchez Marín, analista político colombiano consultado por RT.
"La referencia a Venezuela, que también ocurrió en la charla con el mandatario peruano y que seguirá ocurriendo con los demás dignatarios de la región, no tiene nada que ver con una preocupación por la supuesta falta de democracia, el sistema político o de la crisis económica, sino con las prioridades del Gobierno de Trump. Él está definiendo para la región un esquema de deterioro que ya viene ensayando con el vecino inmediato, México".
Según Sánchez Marín, Venezuela tiene una alta significación política para la región, así que para Washington "podría ser un aliado valioso o un grave ruido en su sistema de intereses".
Finalmente considera que el Gobierno de Venezuela debe mantenerse atento a las señales que envía el Gobierno estadounidense porque, "cuando Trump suena, piedras trae. Ojalá se sepa a tiempo dónde las transporta".
Ernesto J. Navarro