"Casi sin darse cuenta, Latinoamérica podría estar a las puertas de un momento único dentro de su historia comercial", escribió Jorge Díaz Lanchas, investigador en Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid (España), en referencia a la etapa abierta con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Para Díaz Lanchas, la caída del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) tras la salida de Estados Unidos debería llevar a que los países latinoamericanos "impulsen la creación de un área comercial propia" sin contar con el liderazgo estadounidense, que "se antoja", cuanto menos, "ausente o, incluso, regresivo".
En ese sentido, este especialista remarcó que "Latinoamérica no tendría por qué verse sola", ya que se abre la posibilidad para que "países como China o Japón puedan expandirse comercialmente" en la región; de hecho, ambas potencias asiáticas "ya han mostrado signos de querer fortalecer las relaciones con países latinos".
¿Mercosur o Alianza del Pacífico?
Jorge Díaz Lanchas escribe que la disyuntiva se centra en optar por el desarrolló de los mecanismos de integración ya existentes, como el Mercado Común del Sur (Mercosur) —integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela— o la Alianza del Pacífico, compuesta por Chile, Perú, Colombia y México.
"La simpatía que parecen haberse mostrado recientemente los gobiernos de Macri (Argentina) y Temer (Brasil)" con el objetivo de "impulsar de nuevo el Mercosur" lleva a pensar que, "en los próximos años", ese mercado comunitario "irá ganando más relevancia dentro de la región", analizó Díaz Lanchas.
Sin embargo, más allá de su "relativa juventud", la Alianza del Pacífico es un "fuerte competidor", debido a que "parece" que ofrece "resultados muy positivos en términos de crecimiento e impulso del comercio entre sus integrantes", con lo cual, si "sabe aprovechar" la oportunidad que ha abierto Donald Trump, "podremos decir que es el momento de Latinoamérica", concluyó este especialista.
Integración solidaria
Por su parte, el analista internacional y bloguero de TeleSUR, Fernando Vicente Prieto, planteó una posición diferente porque considera que, "a partir de los avances electorales e institucionales que tuvo la derecha en los últimos dos años", en esa región del mundo "están en disputa dos modelos de integración"
En declaraciones a RT, Prieto explicó que una tendencia la encabezan "los gobiernos neoliberales, que plantean una integración subordinada a la política exterior de Washington" y una "pérdida de soberanía", que alienta "la extracción y el saqueo de las riquezas naturales" y supone "alinearse con normas internacionales e imposiciones de organismos" con "fuerte presencia de empresas transnacionales", que buscan "bajar el costo laboral y revertir" los avances en "derechos sociales".
El otro proyecto de integración es el "expresado por la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba)" —integrada por Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, entre otros países—, debido a que se trata de un espacio que "se propone avanzar hacia mecanismos de complementación económica basados en criterios de solidaridad y no exclusivamente mercantiles".
La incógnita Trump y las falencias del libre mercado
Pablo Wahren, economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA), afirmó que el conjunto de América Latina "tiene una potencia enorme" gracias a una "riqueza natural" que "se encuentra en pocos lugares del mundo" y, si los países de la región aprovechan esos recursos, permitirían "el financiamiento de un gran sistema científico y tecnológico" común y desarrollar "industrias con la escala necesaria para vender" en "todo el mercado latinoamericano", aunque esa iniciativa debería estar acompañada de "una división estratégica entre países, para que no todos produzcan lo mismo".
En diálogo con RT, Wahren señaló que estas cuestiones "se podrían llevar a cabo, pero implican una lógica muy distinta a la de acuerdos como la Alianza del Pacífico y, fundamentalmente, como el TPP", donde "no hay una estrategia trazada de integración en este sentido".
Si bien "una política aislacionista de EE.UU. en principio podría ser positiva" para que América Latina tenga "más autonomía", hay que pensar "cómo se maneja la economía y no subordinarse a otras potencias", debido a que el TPP y la Alianza del Pacífico "plantean una apertura" para que el mercado sea el que decida qué, cómo y dónde "se produce", una vertiente que no haría más que "profundizar las tendencias que ya existen" y "han convertido a la región en una de las más desiguales del planeta", estimó este economista.
Básicamente, "la disputa mayor está dada por ver sobre qué bases se da la integración", apuntó Vicente Prieto, quien enfatizó: "Una que apunte a desarrollar las condiciones de vida del conjunto del pueblo o una que vaya en función de aumentar las ganancias del capital financiero internacional". Por este motivo, la integración regional "puede ser una gran salida, pero tiene que estar basada en otros principios y no librada al mercado", concluyó Wahren.