Vitali Churkin fue "formidable como enemigo, atento como amigo y feroz como defensor de Rusia"
"A lo largo de los últimos años tal vez fui una de las oponentes más visibles del embajador Churkin", escribió la exembajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas, Samantha Power, en un artículo para 'The New York Times'. Pese a tener serias discrepancias acerca de los asuntos políticos con el representante permanente de Rusia ante la ONU fallecido este lunes, Power lo recordó como un "narrador magistral con un sentido del humor épico, un buen amigo y una de las mejores esperanzas que tenían EE.UU. y Rusia para el trabajo conjunto".
A Power, que afirma estar "destrozada" por la muerte de Churkin, le entristece que su elogio al diplomático ruso (lo llamó "un maestro de la diplomacia") haya sido interpretado como una "aquiescencia con la agresión de Rusia". Las posturas de ambos países sobre Siria o Ucrania, entre otros temas, difieren, pero este hecho no le quita importancia a la necesidad de construir relaciones con los rusos y de intentar "traspasar diferencias ideológicas", destaca la diplomática estadounidense.
"A menudo acabábamos en acalorados ―a veces virulentos― debates sobre cuestiones básicas de hecho y de justicia", recuerda Power. "Pero en general sabíamos que teníamos que trabajar juntos y lo hicimos", añade, mencionando como ejemplo de su trabajo conjunto la imposición de sanciones contra Corea del Norte y la movilización acerca de la epidemia del Ébola.
Lo que Power destaca sobre el fallecido diplomático ruso es su capacidad de escuchar a sus oponentes e intentar establecer relaciones de cooperación mutua. "A menudo me contaba historias de los tiempos en que era traductor en las negociaciones sobre el control de armas durante la Guerra Fría y aprendió la lección de que, cuando hay un distanciamiento, se puede volver a cooperar labrando áreas separadas para que haya progreso", comenta.
La exembajadora de EE.UU. ante la ONU recordó a Churkin como una parte integrante de la diplomacia: "formidable como enemigo, atento como amigo y feroz como defensor de Rusia". "Si hemos de volver a encarrilar las relaciones entre nuestros países ―una base indispensable para hacer frente a las amenazas globales― no será porque los estadounidenses cedamos en nuestros principios", apunta Power. "Será porque nos mantendremos firmes, pero al mismo tiempo porque nunca perderemos de vista la humanidad de aquellos con quienes tenemos fervientes discrepancias", concluyó la diplomática.