Meryl Streep contra Karl Lagerfeld: el otro escándalo que encendió a Hollywood

"Mintió, imprimieron la mentira y todavía sigo esperando", acusó la actriz al director creativo de Chanel.

El pasado jueves el director creativo de Chanel, Karl Lagerfeld, comentó al portal Women's Wear Daily que después de solicitar un vestido de la casa de moda Meryl Streep encontró otra marca, "una que estaba dispuesta a pagarle" por lucir su vestido en la alfombra roja.

"Es una actriz genial, pero también un poco vulgar, ¿no?", dijo Lagerfeld sobre Streep, que este domingo celebró su vigésima nominación para los Oscar por el papel de una cantante en 'Florence Foster Jenkins', informa 'The New York Times'. 

Un representante de la actriz no tardó en responder a Lagerfeld en un comentario a 'The Hollywood Reporter', diciendo que recibir remuneración por llevar vestidos de diseño está en contra de la ética de Streep.

Desde Chanel rápidamente emitieron sus disculpas, explicando que su director creativo "malinterpretó que Streep podría haber elegido a otro diseñador porque cobrara por ello, y su equipo ha confirmado no fue esta la razón".

La actriz no quedó para nada satisfecha con el comentario de la casa de moda y ha respondido de una forma tajante: "La declaración genérica de arrepentimiento del señor Lagerfeld por esta 'controversia' no fue una disculpa. Mintió, imprimieron la mentira y todavía sigo esperando".

"Karl Lagerfeld, un diseñador prominente, me difamó a mí en un medio importante de la industria, a mi estilista y al prestigioso diseñador cuyo vestido elegí ponerme", comentó la actriz, que también acusó a Lagerfeld de desviar la atención de su nominación.

Cabe destacar, que durante la gala de los Oscar el conflicto no pasó inadvertido. El presentador de la ceremonia, Jimmy Kimmel, preguntó a la actriz con sorna: "Bonito vestido, por cierto, ¿es de Ivanka?".

Esta pregunta de Kimmel mató a dos pájaros de un tiro, dado que aparte de hacer referencia al conflicto con Lagerfeld, también alude a la controversia de Streep con el presidente Donald Trump, quien a principios de enero la calificó como "una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood".