El deportista venezolano Adrián Solano pudo cumplir su sueño de participar en el campeonato mundial de esquí nórdico sin haber tocado la nieve en su vida. Este hombre de 22 años explicó a RT las cosas que pasaron por su mente antes de dar este gran paso.
"Yo dije: este es el momento que va a definir mi vida. Si yo no salgo, voy a perder todo. Y si salgo, pues aunque vaya a perder, yo siento que voy a ganar la experiencia o, al menos, la satisfacción de que lo hice", asegura Solano.
El viaje de este esquiador desde su país natal hasta Finlandia, donde se celebró el torneo, fue una verdadera travesía: primero sufrió burlas de las autoridades migratorias de Europa —que lo acusaron de querer escapar de Venezuela— y, ante las críticas y presiones para que abandonara el torneo, Solano contestó que "el que se retira pierde más que el que lo intenta".
Cuando le preguntaron si valió la pena todo su esfuerzo, el sudamericano respondió sin dudar que "valió la vida", porque atreverse a participar sin previa experiencia le ha abierto la oportunidad de aprender, "lo que yo quería".
Adrián Solano, que se define como chavista, asegura que no le dolieron tanto las caídas que sufrió en el campeonato por su inexperiencia como los insultos y amenazas que recibió por parte de algunos opositores a su preferencia política. "En Venezuela hemos politizado lo que no debería ser politizado", así que el país "solo surgirá si se une en una sola bandera.