La indignación generalizada por la política de austeridad del presidente de Brasil, Michel Temer, ha impulsado salir a las calles a colectivos enteros de distintas empresas, escuelas y penitenciarías. Las protestas coinciden con una huelga de 24 horas convocada por los sindicatos contra la nueva ley de pensiones.
Fuerzas promotoras
Una de las fuerzas promotoras es la federación de empleados de los establecimientos correccionales. Hasta el 80% de los sindicatos que forman parte de esta participan en las protestas, buscando mantener la edad de jubilación y su reconocimiento como un cuerpo policial.
Miles de maestros de escuelas públicas y privadas también han salido a protestar. Más de 50 escuelas han suspendido sus actividades total o parcialmente con este motivo, según informa el sitio web EXAME.com.
La agenda de la protesta
Los manifestantes ocuparon la sede del Ministerio de Hacienda en Brasilia en repudio al proyecto de reforma laboral. El centro de negocios de Sao Paulo, según la AFP, vio la mayor concentración. Esa misma ciudad amaneció sin servicio de metro y autobús este miércoles, causando la mayor congestión vial del año (201 kilómetros), según O Globo. Una marcha multitudinaria ha terminado también en disturbios en Río de Janeiro, ciudad donde se paralizaron agencias bancarias y escuelas. La jornada acabó con movimientos de protesta en 20 ciudades brasileñas.
Las causas del descontento
El conjunto de medidas en el que insiste el gobierno de Temer pretende extender el tiempo de cotización y elevar la edad mínima requerida para obtener la jubilación a 65 años, en un país en que el promedio de la edad de retiro es de 54 años.
Desde la destitución de Dilma Rousseff, esta y otras medidas de ajuste económico buscan reactivar la economía, de acuerdo al Gobierno. Sin embargo, los críticos argumentan que mediante estas reformas los empleadores podrán forzar a sus empleados a firmar contratos onerosos para aumentar la cantidad de días laborables o su duración, entre otras consecuencias.
Por su parte, los sindicatos no dejan de calificar al Gobierno de ilegítimo. Sus voceros afirman que Temer accedió al poder por medio de un golpe de Estado. Acentúan también los temas de corrupción, que persiguen al actual mandatario desde que juró el cargo. Según informa EXAME, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva lanzó en Sao Paulo un discurso en esta misma línea.
"Saliendo a las calles, ustedes están demostrando que los que piensan que el pueblo está contento están engañados. Este pueblo solo se detendrá cuando se elija un gobierno democrático", exclamó Lula.