El presidente de EE.UU., Donald Trump, se prepara para recibir hoy en Washington a la canciller alemana, Angela Merkel. Para ambos mandatarios, se tratará de un encuentro extremadamente importante.
Para el político republicano, que está experimentando una presión sin precedentes en su propio país, se tratará de una gran oportunidad para conseguir el apoyo de uno de los líderes más influyentes del mundo.
Algunos expertos opinan que este encuentro será aún más importante para Merkel, que está preparándose para las elecciones que tendrán lugar en septiembre en su país. La canciller intentará aprovechar su visita a Washington para fortalecer su posición tanto en Alemania como en la UE.
"Se esforzará para que esta visita sea muy exitosa, al menos para el público y la prensa, y tratará de presentarla como si fuera un éxito total. El futuro político de Merkel dependerá de los resultados de esta reunión", comentó a RT el investigador del Instituto de Europa de la Academia rusa de Ciencias, Ígor Maksímychev.
Según el experto, un líder que se crea que puede estropear las relaciones con EE.UU. no va a tener éxito en Alemania. "Para la campaña de Merkel este es un momento decisivo", cree Maksímychev.
La posición actual de Trump tampoco es muy estable. Con una campaña mediática en su contra y un equipo que no está completamente formado, Trump necesita ganar tiempo para posponer decisiones importantes sin perder socios clave como el Reino Unido y Alemania. Merkel, a su vez, puede utilizar esta 'debilidad' del líder estadounidense para promover sus intereses.
¿Qué se discutirá?
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, anunció que la canciller alemana tiene intención de exponer claramente ante el presidente de EE.UU. sus posiciones en diferentes temas, especialmente en los que se refieren a la cuestión de la asociación transatlántica y en los de política internacional.
La Unión Europea y el TPP
El encuentro con Trump puede reforzar la posición de Merkel como la política más influyente de la UE. Sin embargo, le podría resultar difícil de defender ante Trump los intereses globales de la UE, ya que el jefe de la Casa Blanca quiere centrarse más en el desarrollo de las relaciones bilaterales con los diferentes países europeos, especialmente tras el estancamiento del proyecto de libre comercio entre EE.UU. y la UE.
"Merkel está a favor de la UE, al tiempo que Trump respalda los acuerdos bilaterales. Esto permitirá a Trump elegir los socios más ventajosos para su país y al mismo tiempo pasar todo el peso de la ayuda a los países subvencionados a Berlín. Así, Trump lograría debilitar a Alemania, y es más fácil de negociar con una Alemania debilitada", opina Serguéi Sudakov, profesor de la Academia rusa de Ciencias Militares. Según el experto, Trump está interesado en que la UE se convierta en una organización nominal con Alemania como líder.
Financiación de la OTAN
Uno de los temas polémicos entre ambas naciones será la financiación de la OTAN. Trump insiste en que todos los miembros de la Alianza paguen más por la seguridad colectiva, mientras que Merkel tiene su propio punto de vista sobre este tema.
Merkel insiste en que la política de EE.UU. hacia la OTAN no cambie y que el país norteamericano continúe cubriendo la gran parte del gasto militar de la Alianza. El mandatario estadounidense, a su vez, seguirá presionando a los miembros de la OTAN para conseguir que aumenten la participación financiera en el bloque.
Relaciones bilaterales y comercio
Otro tema clave de las conversaciones será el de las relaciones bilaterales y las políticas proteccionistas de Trump, quien amenazó con imponer un impuesto del 35% a los coches alemanes exportados a EE.UU.. Merkel buscará disuadir a Trump de estas medidas e incluyó en su delegación a representantes de la industria alemana.
Merkel tiene ciertas palancas de influencia económica sobre Trump
"La exportación a EE.UU. es muy importante para la prosperidad económica de Alemania", dice Maksímychev. No obstante, Merkel tiene ciertas palancas de influencia económica sobre Trump, ya que EE.UU. es el mayor consumidor de innovaciones procedentes de Alemania. Trump puede gravar el producto final, pero no el innovador, porque de esta manera se ralentizaría el desarrollo de su industria.
"Desde hace muchos años Alemania ofrece a EE.UU. productos innovadores para su industria pesada y su ingeniería. Esto hace que EE.UU. sea más dependiente de la innovación alemana que Alemania de los productos estadounidenses", comenta Sudakov.
Tema migratorio
Trump y Merkel ya se lanzaron críticas cruzadas sobre sus respectivas políticas migratorias. Mientras que Merkel calificó como un error el decreto de Trump que prohíbe la entrada a EE.UU. de los ciudadanos de siete países musulmanes, el líder estadounidense criticó la política de puertas abiertas de Merkel y dijo que la decisión de acoger a refugiados en su territorio alemán fue un "error catastrófico".
Según Maksímychev, Trump no va a imponer nada a Merkel en relación con su política de migración, pero dice que esta última, como parte perjudicada, tendrá ciertas reclamaciones contra Washington, y pedirá medidas concretas de parte de la Administración Trump para resolver la crisis de refugiados.
"La política migratoria de EE.UU. está destinada a empeorar la situación económica de la UE. El problema migratorio se inició en 2003 con la guerra que desencadenó George W. Bush. Catorce años después, ha llegado esta catástrofe migratoria. Merkel se está enfrentando ahora a una situación creada por EE.UU.", dijo Sudakov.
Sanciones antirrusas
Las relaciones entre Washington y Moscú pueden convertirse en uno de los puntos más importantes de la conversación entre Trump y Merkel. La canciller alemana puede pedir a su colega norteamericano "no apresurarse con la normalización de las relaciones con Rusia", cree Maksímychev.
Además, para Merkel es importante que la Casa Blanca apoye la posición alemana sobre las sanciones contra Moscú y sobre la cuestión de Ucrania. Hasta el momento, Trump ha evitado cuidadosamente hablar de la crisis ucraniana. Es posible que intenten posponer la discusión de la cuestión de las sanciones hasta después de la celebración de las elecciones en Alemania.
Factor personal
Los resultados de las negociaciones en gran medida dependerán de si los dos líderes serán capaces de establecer una buena conexión personal. Con el predecesor de Trump, la canciller mantenía relaciones casi amistosas. Baste decir que Barack Obama hizo su última llamada como líder de la Casa Blanca precisamente a la política alemana.
Según Maksímychev, Merkel recibió de Obama una especie del "bastón para defender los intereses de Occidente". Los expertos consideran que es poco probable que Trump logre establecer con Merkel una relación de tanta confianza.