La visita de la canciller alemana Angela Merkel a EE.UU. se ha visto marcada por varios momentos incómodos. Después del ya célebre momento en que el presidente se niega a estrecharle la mano, la mujer más poderosa de la escena política internacional se queda de piedra, a juzgar por su cara, cuando Ivanka Trump, que no ostenta ningún cargo oficial, se le sienta al lado en una reunión bilateral de alto nivel en la Casa Blanca.
Las cámaras captaron el momento en que Merkel mira de reojo a Ivanka para luego recomponerse rápidamente y compartir una sonrisa con la hija del presidente estadounidense.
#Merkel, Europe's preeminent leader, clearly not amused to be sat next to Trump's daughter Ivanka during WH official talks. Bonkers nepotism pic.twitter.com/E0b2GmhUeZ— Bojan Pancevski (@bopanc) 17 марта 2017 г.
La canciller germana se vio envuelta en otra situación extraña el día anterior, cuando se reunió cara a cara por primera vez con el presidente Donald Trump. Durante la sesión de fotografías en la Oficinal Oval, la mandataria ofreció un apretón de manos a Trump, gesto que el presidente estadounidense ignoró deliberadamente.
El rol de Ivanka en la Administración Trump sigue siendo una gran incógnita para todos, pues no ostenta ninguna responsabilidad. El mes pasado el portavoz de la Casa Blanca aseguró que su función es "ser útil y dar su opinión sobre una variedad de temas que le apasionan y preocupan", especialmente en el área del empleo femenino y el empoderamiento de la mujer.
Ivanka: I sell shoes made in China & my daddy is right there!Merkel: Dear God, this is worse than I thought. pic.twitter.com/8Av6awS4AR— Truth Reigns (@FrReigns) 18 марта 2017 г.